CARTA A UNA JOVEN ESTUDIANTE DE TEATRO (II)





2003? 2004? Escribí estas cartas a una flamante estudiante de teatro en un centro de estudios teatrales de Santiago, en Chile. Ella había sido activa integrante de taller de teatro “Boulevard Quilca”, conjunto con el que realizábamos intensa actividad teatral en ese local y en zonas populares, y como parte de nuestras actividades tomamos comunicación con amigos de ese país, a propósito de un activo teatro político, entonces poco discutido. Nuestra amiga aceptó la invitación a seguir estudios profesionales de teatro allá, lo que hizo con amplias ventajas. Estas cartas corresponden a los días que ella comenzaba a conocer una currícula de temas sobre el teatro. Y por la comunicación electrónica, me hacia preguntas que yo me veía obligado a contestar así: 





Jorge Acuña, cumplidos los 80, siempre en las calles, siempre en la actuación.

CARTA A UNA JOVEN ESTUDIANTE DE TEATRO (II)


No cabe duda el papel que cumple el estudio de
filosofía entre los artistas, y eso incluye a actores
o bailadores, como dices. En realidad, el estudio de

filosofía debería iniciarse tan pronto el ser humano
da sus primeros pasos, pues justamente el hombre es un
ser filosófico desde temprana edad.
Ciertamente, uno de los primeros cultos que el hombre
tuvo en su historia es el culto a las fuerzas de la
naturaleza, comprendiéndose a si mismo entre ellas,
ese es básicamente el culto dionisiaco, que entre los
griegos era representado por el Dionisios,- que da
lugar al teatro-, y entre nosotros los peruanos por
los dioses representativos de las fuerzas naturales
encarnados en animales, como la serpiente (divinidad
muy importante varios siglos en las culturas Chavin y
Mochica), el puma, etc. El macho cabrio es el
prototipo de Dionisios. Más tarde da lugar en la
inoconografía cristiana, al "diablo", pues al
imponerse el cristianismo impone otra racionalidad, y
otros dioses, y defenestra a Baco, el dios de la vida
de los romanos, directo heredero de Dionisios.

Un filósofo destacado, en cierto modo, padre del
moderno existencialismo ("el ser y la nada", ver
Sartre), fue Nietzsche. Renegado del cristianismo,
reclama una racionalidad superior de la filosofía,
pues el cristianismo sembró de pusilánimes el mundo
que vivió el filósofo. Había necesidad de crear al
"superhombre". Este filosofo es también padre del
individualismo, de las superestrellas, dicen que del
nazismo, y de la contradicción dionisiaco-apolineo,
donde lo primero es la energía universal y lo segundo
la super racionalidad.

Esta es una polaridad artificial. No hay que hacer
mucho esfuerzo para comprender porqué este filosofo
tiene tanto ascendiente entre algunos artistas. Por
ser generalmente seres sensibles, viven en esa
polaridad: listos para lanzarse al cuello de su
entorno, o llenos de indiferencia. A menos que
comprendan que la disyuntiva real es: en qué medida
participan de las necesidades culturales de las
grandes masas, e integrados a ellas, con toda su
sensibilidad y su conciencia, contribuyen a su
elevación.

Todavía en el mundo contemporáneo, escritores de la
talla de Vargas Llosa, enarbolan la teoría de que el
acto creativo es un encuentro con los "demonios"
internos que cada cual expulsa en dicho acto. Debe ser
por eso que cada día sus obras, como sus pensamientos,
están más bien afincados en la defensa del sistema, en
las formas arcaicas de las relaciones sociales y en un
liberalismo hipócrita. Muchos otros artistas cultivan
sus irracionalidades, a través de diferentes medios,
porque supuestamente rinden culto a sus "diablos", la
"posesión" les permite hacer sus obras. Y ya sabemos
qué resulta de esas "posesiones".

Como comprenderás, todo esto me parece pueril vanidad,
pensamiento atrasado, sujeto a feudalidad,
individualismo disfrazado de fatalidad, ensarte más
que arte, y principalmente, argumento aburguesado que
trata de contraponer la relación intrínseca,
necesaria, fundamental, entre el individuo y la
sociedad, entre intelecto y obra, entre deseo y
propósito.

¿Cómo se une lo racional con lo subjetivo? me
preguntas.
Pero ¿es que estuvieron separados en algún momento?
¿Alguien vio a la razón pura caminando por la calle?
¿O el sentimiento más elevado, reconfortado entre los
pobres? La idea de la pureza, es en el fondo una
herencia cristiana, pues en la realidad no existe. No
existen los elementos químicamente puros, me decía un
señor biólogo. El mundo es una unidad, y es
contradicción. Y de esa materia contradictoria están
hechos todos los cuerpos del universo. Así en el arte,
como en la ciencia, en la vida diaria, como en
nuestros grandes proyectos. Y en la composición de un
personaje, hay que observar principalmente sus
referentes sociales, pero también la cuota de
humanismo, de purismo que le sembraron en el pecho,
sus contradicciones. Y su unidad. Sin ello, nuestros
personajes serían planos, unidimensionales,
superficiales.

Si queremos que nuestro teatro sea grande, y estoy
seguro que así lo quieres tú, estudiemos la
complejidad de sus personajes desde todos los ángulos,
y resolvamos sus contradicciones preguntándonos
¿adónde quieren ir? ¿qué quieren de la vida? ¿qué
posición ocupan en el seno de su sociedad? ¿De qué
manera contribuyen a modificarla? Y ello, desde
dentro, desde las tripas, hacia fuera, porque
representamos a seres humanos, material e
históricamente determinados.

¡un abrazo y muchos éxitos!

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