KOPERNICO

Ediciones Nuevo Horizonte, Lima 1994

KOPERNICO

Personajes:

Actores
KOPERNICO
PAPA KOPERNICO

DUENDE I

DUENDE II

LA TIERRA

LA NIÑA




Titeres

MAMA KOPERNICO

DIRECTOR

DIRECTOR DE ESTUDIOS

LILALANOCHE

EL SEÑOR MAR

SEÑORA I

SEÑORA II

MASA I

MASA II


I
En la escena descubierta, en primer plano, aparece una hermosa colina, llena de flores de color diverso y hasta se diría con un aroma a suave frescura: es el campo, todos lo conocen. En segundo plano, un poco tétrica y desabrida, se ve la ciudad – especialmente una casa – con sus altos e inexpresivos muros que se prolongan hasta el infinito mostrando las calles, los edificios con sus oscuras ventanas, sus antenas de televisión como arañas suspendidas en el aire, sus cordeles llenos de ropa tendida. En fin, los respectivos contrastes de un barrio popular cualquiera de una ciudad cualquiera. En tercer plano, al fondo, azul, con puntas tenebrosas que lo coronan, porque es el verdadero señor del planeta, aparece el mar. La música ha ido llenando lentamente la escena. De pronto, detrás de la colina se asoma una mano agitando un espejo, proyectando sus rayos de luz sobre el público. La mano va jugando y jugando, cuando menos lo pensamos tenemos un niño en la escena. Es Kopérnico, desplazándose alegremente mientras canta:

KOPERNICO
El canto, el canto
es como esta luz
que en mi mano aparece.

La llevo, la traigo,
de aquí no se mueve,
la traigo, la llevo,
allá resplandece.

En canto, el canto
es como esta luz
que en mi mano aparece.

La traigo, la llevo,
el Sol no se mueve,
la llevo, la traigo…

¡Se mueve la tierra!

Por encima de la casa, inmenso, con coturnos en los pies y una gran cabeza, aparece el padre Kopérnico que, aunque nadie lo crea, alguna vez también fue niño.
PAPA KOPERNICO
¡Kopérnico! ¡Kopérnico! ¡Dónde andas, muchacho!

KOPERNICO
¡Acá, papá!

PAPA KOPERNICO
¡Ah! ¡Otra vez en la calle! ¡Cómo te gusta la calle!... ¡Pierdes el tiempo en la calle! ¡Pierdes el tiempo!

KOPERNICO
¿El tiempo?... Pero, papá, ¡no me gusta estar metido en la casa!

PAPA KOPERNICO
¡Entra a la casa!...!Quédate en el salón! ¡Siéntate en el sillón! ¡Mira televisión! ¡Aprende tu lección!

KOPERNICO
Pero no me gusta, papá. No me gustan las casas… ¡No me gustan las casas!... ¡No me gusta estar debajo de los techos!

PAPA KOPERNICO
¿Debajo de los techos? ¿Debajo de los techos?

KOPERNICO
¡No me gusta estar debajo de los techos!

PAPA KOPERNICO
¿Ah, sí? ¡No te gustan las casas, no te gustan los techos! ¡Ah, nada te gusta! ¡Sinvergüenza! ¡Vas a ver…!

Sale de la casa esgrimiendo un palo con el que corretea a Kopernico que corre asustado.

(Corriendo) ¿No te gustan las casas, no? ¡Espera que te agarre! ¿No te gustan los techos, no? ¡Vas a ver, callejero! ¡Patalarga! ¡Vas a ver!...

KOPERNICO
(Huyendo del padre) ¡No me gustan las casas! ¡No me gustan los techos!

Finalmente, papá Kopérnico coge a Kopérnico por el cuello y, mientras canta gravemente, lo golpea con el palo.
PAPA KOPERNICO
Te burlas muchacho,
un castigo mereces
¡pum! ¡pum! ¡pum!

KOPERNICO
Son horribles las casas,
no tengo la culpa,
¡ay! ¡ay! ¡ay!

PAPA KOPERNICO
Las calles son bellas,
castigos mereces
¡pum! ¡pum! ¡pum!

KOPERNICO
Son horribles las casas,
No tengo la culpa,
¡ay! ¡ay! ¡ay!

PAPA KOPERNICO
Entonces muchacho,
dime qué te gusta…

KOPERNICO
(Exclamando) ¡El Cielo! ¡El cielo!

PAPA KOPERNICO
¿Qué dices, muchacho? ¿Te has vuelto loco?

KOPERNICO
¡No! ¡Prefiero el cielo!

PAPA KOPERNICO
¡A quién se le ocurre! ¡El cielo!
Kopérnico se adelanta para apreciar mejor el cielo.

KOPERNICO
¡Mira! (Señalando las alturas) ¿Viste? ¿Viste?

PAPA KOPERNICO
¡Sí ví! ¡Sí ví!... ¿Sí ví?... ¿Sí ví qué?

KOPERNICO
(Emocionado) ¡El cielo! ¡Las estrellas! ¡Mira!... Allá están todas… ¿Ves cómo te guiñan un ojo? ¡Allá hay un meteorito! ¡Adiós! ¡Adiós!... ¡Un cometa!...!Cuidado con su cola! ¡Es larguísima!... ¡Y Venus! ¡Se ha puesto su vestido rojo! ¡Qué elegante, qué elegante…!

PAPA KOPERNICO
¡Muchacho tonto!... ¡Yo no veo nada! ¡El cielo es el cielo! ¡Las estrellas con las estrellas! ¡Los planetas son los planetas! ¿Dónde está la gracia?

KOPERNICO
Oh, papá no has escuchado nada.

PAPA KOPERNICO
¿Escuchado? ¿Qué escuchaste tú?

KOPERNICO
¡Escucha! ¡Escucha como hablan!... (Se escucha un estrépito, la voz de los planetas, la voz del universo) ¡El mejor techo es el cielo!

PAPA KOPERNICO
Ah, Kopérnico, Kopérnico, que cosas se te ocurren, hijo… Solamente las casas tienen techo y todas las casas tienen que tener cuadros, tienen que tener muebles, tienen que tener mesas, tienen que tener ceniceros, tienen que tener adornitos, tienen que tener un perrito, tienen que tener un corazón de Jesús, tienen que tener tacitas, tienen que tener televisión, tienen que tener roperos, pero… ¡no pueden tener cielo!...

KOPERNICO
Ay papá, papá… El cielo tiene que tener luna de queso, tienen que tener sol caliente, tiene que tener estrellas de miel, tiene que tener veranos de arena, tiene que tener viento con chompa, tiene que tener amanecer con sueño, tiene que tener colores, tiene que tener pajaritos en la mañana, tiene que tener nubes barbudas, tiene que tener amor, tiene que tener todo. ¡Todo! Pero… ¡no puede tener casas!

PAPA KOPERNICO
(Resignado y rayado) Se ha vuelto loco, se ha vuelto loco, se ha vuelto loco, se ha vuelto loco…
De pronto, aparece un títere enorme con un gran peinado sobre la cabeza, grandes aretes, labios gruesos y guantes de box en sus manos amenazadoras: es mamá Kopérnico que grita a todo pulmón:

MAMA KOPERNICO
¡Kopérnico! ¡Kopérnico grande! ¡Kopérnico chico!

PAPA KOPERNICO
(Asustado) ¡Tu madre!

KOPERNICO
¡Mi madre!

MAMA KOPERNICO
¡La comida está servida, holgazanes! ¡Por qué se demoran tanto! ¡Vengan a comer inmediatamente! ¡Qué se han creído! ¡Vengan rápido!

Ambos se dirigen a la casa. La mamá sale. También el papá. Kopérnico se detiene para dar la última mirada al cielo. De pronto, se escucha un ruido estridente: es el cielo que se abre en sus narices. El vértigo del vacío se hace presente. Aquel vacío que tanto temen los adultos. Aparecen dos duendes de grandes cabezas y atuendos extraños, dando movimientos alrededor de Kopérnico, cantando una música de otro mundo.

DUENDE I. DUENDE II
Kopérnico, Kopérnico,
juguemos, juguemos,
tú al centro,
tú al centro,
nosotros aquí.

Tú el sol,
tú el sol,
nosotros los planetas,
la luna, las estrellas. (Bis)
(Hablado) ¡Allá viene la tierra!
Efectivamente, en esta atmosfera desconcertante para Kopérnico, sonidos y colores anuncian a alguien.

DUENDE I
¡La tierra! ¡La tierra!

DUENDE II
Se acerca, ¡se acerca!...

DUENDE I
¡Ya está aquí!

DUENDE II
¡Señoras y señores! ¡La tierra!

Una melodía hermosa entra con La Tierra, gorda y con los continentes dibujados en el cuerpo. De un ángulo a otro se desplaza, en movimientos y bajo formas circulares. De pronto, empieza a saltar descomunalmente.

LA TIERRA
¡Ay! ¡Un terremoto! ¡Hip! ¡Un terremoto! ¡Hip! ¡No me pasa el terremoto!...

DUENDE I
Huy, está con hipo la tierra…

DUENDE II
No es hipo, no es hipo. Es un terremoto.

LA TIERRA
¡Ay! ¡Me pica la cabeza! ¡Me pica la cabeza!

DUENDE I
Le pica la cabeza, le pica la cabeza…

DUENDE II
Como piojitos, la gente le camina, la gente le camina…

DUENDE I
Sí, la gente le camina, le sacan petróleo, le sacan peces, le hacen edificios…

LA TIERRA
La gente me camina, la gente me camina, me hace cosquillas… (Ríe a carcajadas).

KOPERNICO
(Tímidamente) ¿La gente le camina?

DUENDE I
¡Sí! ¿Quieres ver?
Los duendes lo llevan ante La Tierra.

DUENDE II
¡Mira! ¡Allá va caminando una señora con su perrito!

DUENDE I
¡Allá hay un zapatero clavando un zapato!

KOPERNICO
¡Sí! ¡Allí están los edificios, los carros, el mar!... ¡Cuidado! ¡Una ballena!
La Tierra se estremece.

LA TIERRA
¿Una ballena? ¿Dónde? ¿Dónde?

KOPERNICO
¡Saltó! ¡Saltó!

DUENDE I
¡Allá está!

DUENDE II
¡No! ¡Allí!

LA TIERRA
¡Aquí! ¡Aquí!
Todos se desplazan buscando a la ballena para devolverla a su sitio. Por fin, la encuentran.

LA TIERRA
(Poniéndola en su sitio) A veces se escapan…

DUENDE I
…¿Por qué no jugamos algo?

DUENDE II
¡Sí! ¡Sí!...Pero… ¿a qué jugamos?

DUENDE I
¡Ya sé!... ¡Juguemos al sol y los planetas!

LA TIERRA
Pero ¿quién es el sol?...

DUENDES
(Después de dudar un poco) ¡Kopérnico!

KOPERNICO
¿Yo? ¡Yo no sé jugar al sol!...

LA TIERRA
Es muy fácil. ¡Toma esto! (Le pone un distintivo en la cabeza) Solo tienes que estar quieto.

KOPERNICO
¿Quieto?

DUENDES
Nada más.

La música entra a escena mientras cantan y giran alrededor de Kopérnico.

DUENDES Y LA TIERRA
Juguemos a la ronda,
Mientras el sol está,
Nosotros los planetas,
Mientras el sol está,
Sol estás,
Sol, ¿qué está haciendo?

KOPERNICO
Estoy quieto.

DUENDES Y LA TIERRA
Juguemos a la ronda,
Mientras el sol está,
Nosotros los planetas,
Mientras el sol está,
Sol estás,
Sol, ¿qué está haciendo?

KOPERNICO
Sigo quieto.

DUENDES Y LA TIERRA
Juguemos a la ronda,
Mientras el sol está,
Nosotros los planetas,
Mientras el sol está,
Sol estás,
Sol, ¿qué está haciendo?

KOPERNICO
(Resuelto) ¡Estoy aburrido! (Se escapa furioso del sitio que le habían destinado) Bah, no juego con ustedes. La tierra y los planetas no se mueven… ¡Y ustedes se están moviendo!

DUENDES Y LA TIERRA
(Muy sorprendidos) ¿¡Qué!?

KOPERNICO
La tierra no se mueve. ¡El que se mueve es el sol!

DUENDE II
¿Qué ha dicho? ¿La tierra no se mueve?

DUENDE I
(Ofendido) Ah, nos vamos, nos vamos…

LA TIERRA
(Digno) ¡No podemos seguir jugando con quien no sabe que la tierra se mueve todo el día!

KOPERNICO
¿Todo el día?

LA TIERRA
Sí, señor: todo el día. Tarde y mañana. Tengo callos, de tanto caminar me han salido callos. ¡Mira!... (Le enseña el pie) para llegar temprano al verano ¡a correr! (Corren). Para llegar temprano al invierno ¡a correr! (Corren). Para llegar temprano a la primavera ¡a correr! (Corren). Para llegar temprano al otoño ¡a correr! (Corren).

DUENDE I
Para llegar temprano al día ¡a correr!

DUENDE II
Para llegar temprano a la noche ¡a correr!

LA TIERRA
Ay, estoy cansada de tanto correr y correr, de dar vueltas y vueltas.

La música invade nuevamente la escena. Todos giran y giran alrededor de Kopérnico que no entiende nada.

TODOS
Vueltas y vueltas,
el día, el día,
vueltas y vueltas,
la noche, la noche,
verano, verano,
vueltas y vueltas,
invierno, invierno,
vueltas y vueltas,
otoño, otoño,
vueltas y vueltas…
(Bailando alegremente)
¡Ayyyyy! Primaverando,
quiero amanecer,
con la manta en el hombro,
quiero amanecer,
con mis amigos jaraneando…

Kopérnico, fastidiado se aleja.

KOPERNICO
¡No! ¡No! ¡Y no! ¡Me están engañando! ¡La tierra no se mueve! (Busca apoyo en el público) ¿No es cierto? ¡Cómo se va a mover! ¡Se caerían los cuadros! ¿No es cierto? ¡Se derramaría la leche! ¡Se caerían los gatos de los techos! ¡Se caerían los trapecistas!...

DUENDES
(Escandalizados) ¡Es el colmo! ¡No puedo creerlo! ¡Pero si es tan fácil darse cuenta! ¡Tan fácil, pero tan fácil! ¡Se mueve la tierra!
El público se divide: unos a favor de Kopérnico y otros a favor de los duendes y La Tierra. La Tierra, en medio de la discusión, se aparta un poco y comienza a observar al público.

LA TIERRA
(Mientras los demás discuten) ¡No! ¡No pueden darse cuenta!... ¡Miren! (Señala al público)
La Tierra les dice algo al oído a los duendes.

DUENDES
¡Ahhhh!... ¡Con razón! ¡Con razón!...

LA TIERRA Y LOS DUENDES
¡Si tienen zapatos!

DUENDE I
¡Tienen zapatos! ¡Tienen zapatos!

DUENDE II
¡Zapatos de jebe, todavía!...

DUENDE I
¡Y con taco!

DUENDE II
¡Con taco y mediazuela!...

LA TIERRA
¡Y los papás tienen más grande todavía!

DUENDE I
Tienen zapatazos...

DUENDE II
¡Tienen makarios!

LA TIERRA
Y las mamás tienen zapatos con taco aguja y botas…

DUENDE I
(Desdeñando) Así no se siente. No, no…

DUENDE II
No, así no se siente…

LA TIERRA
De ninguna manera. Así no.

DUENDE I
¡Cómo se van a dar cuenta!

DUENDE II
No pues, ¡si usan zapatos!...

KOPERNICO
(Que se ha ido intrigando) Entonces… ¿cómo se siente? ¡Dígannos!

DUENDE I
(A los otros) ¿Les decimos?

DUENDE II
Mmmmm… No. Mejor no.

LA TIERRA
Anda, les decimos…

DUENDE II
No, para qué.

DUENDE I
Para que sientan pues.

LA TIERRA
Para que sepan que la tierra se mueve.

DUENDE II
Bueno… les decimos.

Están listos para decirlo, pero…

DUENDE I
¡No! ¡No! ¡Mejor no!

DUENDE II
… ¡Anda pues! ¡Hay que decirles!

KOPERNICO
Por favor, no sean malitos. Ya no podemos esperar más. Dígannos de una vez ¿de verdad que la tierra se mueve?

TODOS
¡Uffff! ¡Hasta por gusto!

DUENDE II
(A Duende I) ¿No te da pena? Míralo, pobrecito…

LA TIERRA
Sí, hay que decirle cómo se hace para darse cuenta del movimiento de la tierra…

DUENDE II
(Rogándole a Duende I) Ya pues, ya pues…

KOPERNICO
Ya pues, ya pues… (Al público) ¡Que nos digan! ¡Que nos digan! ¡Que nos digan! ¡Que nos digan!

DUENDE I
Bueno, bueno, vamos a decirles…

KOPERNICO
¿Cómo se hace?
Los duendes listos para decirlo son interrumpidos ahora por La Tierra.

LA TIERRA
¡No! ¡Que ellos se enteren solos! ¡Ya no quiero que les diga nada!

DUENDE I
¡Ca! ¡Vamos a decirles!

DUENDE II
Sí, vamos a decirles…

KOPERNICO
(Al público) ¡Que nos digan! ¡Que nos digan!

LA TIERRA
Bueno, bueno, vamos a regir…

TODOS
¡Sí! ¡Regimos, regimos!... (Juegan el viejo juego del azar, con las manos, propio de los niños) ¡Les decimos!

KOPERNICO
¡Bravo! ¿Qué hay que hacer?

DUENDE I
(Pidiendo silencio) Ssssssst…

Todos se agrupan en un rincón. Dialogan brevemente en círculo: es una conferencia apresurada, se escuchan sus vocecitas y finalmente se alinean frente a Kopérnico. Una música solemne que sale de sus bocas: uno toca la corneta, el otro el tambor y aun otro los platillos que vibran ante la expectativa de Kopérnico. Duende I se acerca ceremoniosamente a Kopérnico.

DUENDE I
¡A sacarse el zapato derecho!
Kopérnico obedece las órdenes de los duendes.

DUENDE II
¡A sacarse la media!

LA TIERRA
¡A cerrar los ojos!

DUENDE I
¡A no pensar en nada!

DUENDE II
¡A levantar el pie!

LA TIERRA
¡A poner el dedito gordo en el suelo!
Una música preparatoria entra lentamente.

DUENDES Y LA TIERRA
¿Lo sientes?... ¡Ya!
Las luces cambian violentamente, juegan. La música es ahora estrepitosa, con motivos siderales. Los duendes y La Tierra se desplazan como en cámara lenta.

DUENDES Y LA TIERRA
¡La tierra se mueve!
A esta voz, la música se vuelve muy bailable y popular: mambo, cha cha cha, etc. Los actores se contorsionan a su ritmo alocado. De pronto, la música se interrumpe, las luces cambian y todos desaparecen dejando solo a Kopérnico. (Pausa).

KOPERNICO
(Al público). No entiendo nada… ¿Y ustedes? ¿Sintieron algo? ¿No? Yo tampoco… Pero ¿Qué es esto?... ¿Se mueve la tierra? ¿Se mueve? ¿Si?... ¡Se mueve!... No. No se mueve ¿No?...

En medio de las voces del público, un fuerte grito se escucha en la escena: es mamá Kopérnico, como antes.

MAMA KOPERNICO
¡Kopernico!... ¡Se está enfriando la sopa! ¡Y tú mirando las musarañas, como siempre! ¡A comer se ha dicho! ¡A comer!

KOPERNICO
(Disminuido) Sí mamá, es que la tierra se estaba moviendo y…

MAMA KOPERNICO
¡A comer he dicho! (sale)

KOPERNICO
Sí mamá… A comer… (Pensativo, regresa otra vez, nuevamente mira el cielo) ¿Se mueve o no se mueve?...

Apagón.





II

La luz subraya el tono opaco, estéril y geométrico del colegio que aparece en el centro de la escena y que bien puede ser la ciudad del primer cuadro, por el lado opuesto. Aparece un títere, rigurosamente vestido de negro y con bonete: es el Director que viene con un garrote en la mano.

DIRECTOR
¡Kopérnico! ¡Kopérnico! ¡Dónde estás sinvergüenza! ¡Espera que te agarre! ¡Vas a ver! (Se pasea de un lado a otro) ¡Mal alumno! ¡Mal hijo! ¡Mal ciudadano! ¡Mal-vado!
Aparece otro títere, vestido de modo similar: es el Director de Estudios.

DIRECTOR DE ESTUDIOS
Señor director…

DIRECTOR
(Sin mirarlo, lo agarra a garrotazos) ¡Por fin te agarre! ¡Por fin! ¡Toma! ¡Toma!

DIRECTOR DE ESTUDIOS
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!... ¡Señor director! ¡Señor director!

DIRECTOR
¿Qué?... ¡Ay, me equivoqué! ¡Es el director de estudios!

DIRECTOR DE ESTUDIOS
Sí, señor… Ay, venía a decirle que Kopérnico…

DIRECTOR
¡No me hable más de ese alumno!

DIRECTOR DE ESTUDIOS
Es que ha dicho que…

DIRECTOR
(Muy interesado) ¿Qué ha dicho ahora? ¿Qué ha dicho ahora?
El Director de Estudios le dice cosas al oído.

DIRECTOR
¿Eso dijo?

DIRECTOR DE ESTUDIOS
(Sigue) Bzzzzzzzz, bzzzzzzz, bzzzz…

DIRECTOR
¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡Se ha vuelto loco! ¡Se ha vuelto loco!...!Lo mandare al calabozo toda la mañana! ¡Castigado! ¡No! ¡Todo el día! ¡No! ¡Toda la semana! ¡No! ¡Todo el mes! ¡No! ¡Todo el año! ¡No! ¡Toda la vida!... Ah, no quiero verlo, me mortifica…. ¡No lo soporto!

DIRECTOR DE ESTUDIOS
También dijo que…

DIRECTOR
¿Más todavía? ¿Qué más dijo?

DIRECTOR DE ESTUDIOS
Que usted tiene la cabeza pelada, los dientes de vampiro y la lengua de sapo…

DIRECTOR
¡Traigan a Kopérnico inmediatamente! ¡Inmediatamente!
(El Director de Estudios sale. Queda el Director resoplando de un lugar a otro).

DIRECTOR
¡Un mentiroso! ¡Un farsante! ¡Un revolucionario!.... ¡Eso es! Ah, cuando lo agarre…
(Entra el Director de Estudios, trayendo de los pelos a Kopérnico)

DIRECTOR DE ESTUDIOS
Aquí esta, señor…

DIRECTOR
¡A ver! ¡Dónde!

KOPERNICO
(Ante los títeres) Buenos días…

DIRECTOR
¡Malos días!... ¡Por tu culpa!... ¡A ver, repite, delante de mí, todas tus mentiras! ¡Todas tus blasfemias!

KOPERNICO
¿Blasfemias? ¡Ah, gardenias! ¡Las flores!

DIRECTOR
¡Qué flores ni ocho cuartos! ¡Mentiras! ¡Blasfemias! ¡Insultos!

KOPERNICO
Yo no he insultado a nadie, señor director.

DIRECTOR DE ESTUDIOS
¡Una mentira es un insulto!... Repite lo que estuviste diciendo a tus compañeros de aula. Anda… ¡No te chupes!

DIRECTOR
Tu andas diciendo que el mundo es redondo y que se mueve y que da vueltas y que… toda esa basura que andas diciendo, ¿Sí o no?

KOPERNICO
¡Ah, sí! El mundo se mueve, da vueltas alrededor del sol.

DIRECTOR
¡¡¡Qué!!!... Repite eso, repite eso.

KOPERNICO
… El mundo se mueve, da vueltas y vueltas.

DIRECTOR
¡Cómo se te ocurre semejante disparate!... ¡Director de Estudios!

DIRECTOR DE ESTUDIOS
Sí, señor director…

DIRECTOR
¡Póngale cero en geografía! ¡Cero en astronomía! ¡Cero en religión!

DIRECTOR DE ESTUDIOS
En geografía por no saber donde está parado, en astronomía por no saber que la tierra no se mueve, en religión por no aprender la lección…

DIRECTOR
Ah, pero también me lo encierras en el calabozo…

DIRECTOR DE ESTUDIOS
¡Al calabozo!

KOPERNICO
Pero, ¿Por qué?

DIRECTOR
¡Por no aprender la lección! (Le muestra un libro que parece la Biblia). En este libro se aprende que la tierra no se mueve porque la hizo Dios. Y si la hizo Dios está bien clavada. ¡Se mueve la luna! ¡Se mueven las estrellas! ¡Se mueve el sol! ¡Pero la tierra… no! ¡La tierra no se mueve!

KOPERNICO
Pero… ese libro está equivocado…

DIRECTORES
(A coro) ¡Los libros nunca se equivocan!

DIRECTOR
Que muchacho más insolente. No sé qué juventud le espera. Ay, Dios, no quiero ni pensarlo…

KOPERNICO
El sol no se mueve. ¡Mírenlo!

Color y efecto musical entran a escena para subrayar la ilusión de Kopérnico. Pueden entrar los duendes brevemente.

DIRECTOR
(Como no viendo nada) ¡Al calabozo! ¡Al calabozo!

El Director sale.

DIRECTOR DE ESTUDIOS
¿Escuchaste, Kopernico? ¡Al calabozo! ¡Al calabozo! ¡Al calabozo! ¡Vamos!

Salen. Cambio de luces: ahora se proyectan hacia el mar y sus olas encrespadas. Como fondo se escucha: “En el mar….” Cantado por la Sonora Matancera. Después se escucha una voz, grave, que llama de lejos.

VOZ DEL SEÑOR MAR
¡Lilalanoche! ¡Lilalanoche!

Aparece un títere, lleno de collares y sofisticadísimo, es Lilalanoche.

LILALANOCHE
Ay, que frio hace por aquí… ¿Alguien me ha llamado? Creo que escuché mal. Me voy.

VOZ DEL SEÑOR MAR
¡Oh, no! ¡Lilalanoche! ¡Te llamo yo!...

LILALANOCHE
Pero no veo a nadie, no veo a nadie. ¿Quién es?

VOZ DEL SEÑOR MAR
¡El mar!

LILALANOCHE
¡Oh, disculpe, señor mar! … Soy tan distraída… usted comprenderá. Y hace tanto tiempo que no lo veo. La última vez era apenas un riachuelo. ¡Cómo ha crecido!... Pero ¿Qué hace allí tirado?

VOZ DEL SEÑOR MAR
Ay, no hay tiempo que perder. ¡Ayúdame!

LILALANOCHE
Pero ¿Qué tiene? ¡Esta herido!

VOZ DEL SEÑOR MAR
Sí, ese maldito sol me ha lanzado sus rayos. ¡Sácamelos! ¡Ya no puedo más!

LILALANOCHE
Está bien, está bien, no grite, por favor.

Con gran esfuerzo, Lilalanoche le saca los rayos y los arroja delante del público. Pausa. Enseguida, aparece el Señor Mar, una gran ola encrespada de grandes ojos que recién descubre al quitarse sus lentes ahumados.

EL SEÑOR MAR
(Con clara voz popular) Gracias, Lilalanoche. Si no llegabas, los rayos del sol iban a matarme. ¡Ay, el sol está cada vez más antipático!

LILALANOCHE
¿Antipático?

EL SEÑOR MAR
Sí, antipático. ¿No sabes qué es antipático?... ¡Hipotético!... ¡Huy! ¡Allí está el sol!

LILALANOCHE
¡El sol! ¡El sol!... ¡Tengo que irme!

Salen. La luz se abre en otro sector del escenario mientras descienden las luces del Mar. Es el calabozo –lo que antes era el campo se ha convertido en un rincón frio y tenebroso- donde se halla sentado, solo y triste, Kopérnico.

KOPERNICO
(Mirando al cielo) ¡Allí está otra vez! ¡Nos vamos de la noche y llegamos al sol! ¡Nos vamos de la noche y llegamos al sol! ¡Eso es!... Pero nadie quiere creer. El sol está allí quieto y nosotros nos movemos: si le damos la espalda, estamos de noche, si le damos la cara, estamos de día…

Entra una niña, vestida con un típico mandil escolar.

NIÑA
¡Kopérnico! ¿Qué haces en el calabozo?

KOPERNICO
Me castigaron.

NIÑA
Oh, a mí también me castigaron.

KOPERNICO
¿Por qué te castigaron?

NIÑA
Dime tú primero.

KOPERNICO
No, tú primero.

NIÑA
No, no, tú primero porque llegaste primero.

KOPERNICO
No, no tú primero porque llegaste último.

NIÑA
Bueno, te voy a decir… A mí me castigaron porque le tire una mota a mi profesora…

KOPERNICO
¡Una mota! ¿Una mota? ¿Por qué? ¿Por qué hiciste eso?

NIÑA
Ah, es que estoy aburrida en mi salón… mi profesora me da sueño: siempre habla de lo mismo, hace años habla de lo mismo, lo mismo, lo mismo, lo mismo… (Imita a la profesora) ¡A ver, niños! ¡No se muevan! ¡No se rían! ¡No respiren! ¡Ssssssh! ¡Quieto Gómez! ¡Cuidado, Méndez!... Vamos a aprender la lección… ¡La A! ¡La B! ¡La C! ¡La jota! ¡La suma, la resta, la multiplicación! ¡La división! ¡La cabeza, el tronco! ¡Las extremidades! ¡Grau, San Martín! ¡Bolognesi! ¡Verano, invierno, otoño, primavera! ¡El rojo, el azul, el negro, el blanco…! ¡Ya me cansé!...

KOPERNICO
Entonces, ya sabes todo…

NIÑA
¡Todo! Bueno, casi todo… Me falta el cielo.

KOPERNICO
¿Te falta el cielo?

NIÑA
Sí, solamente el cielo.

KOPERNICO
¿Quieres que te enseñe el cielo?

NIÑA
¿Tú sabes el cielo?

KOPERNICO
¡Sí, yo sé el cielo! ¡Por eso me castigaron!

NIÑA
¡A ver! ¡Enséñame el cielo!

La música entra violentamente. Los colores de las luces persiguen a Kopérnico y la Niña que, tomados de la mano, giran y giran mientras los duendes aparecen con sus movimientos peculiares.

KOPERNICO
(Mientras giran) ¿Las ves? ¡Son las estrellas! ¡Allá va un meteorito a toda velocidad! ¡A donde irá, a donde irá!... ¡Y esa luz que no se apaga nunca!... ¿La ves? ¡Es el sol! ¡El sol! ¡El sol que brilla y brilla, solemne, abre sus ojos y nos mira y con su atardecer poderoso nos dice que se acerca la noche!...

Apagón en este sector de la escena. Las luces descubren nuevamente el Mar y al lado, su huésped, Lilalanoche.

LILALANOCHE
¡Ya se fue! ¡Ya se fue!

EL SEÑOR MAR
¡Ese idiota no quiere dejarnos en paz! ¡Siempre, especialmente en el verano, tiene que meterse en lo que no le importa!

LILALANOCHE
Bah, no le hagas caso, no le hagas caso…

EL SEÑOR MAR
Oye, Lilalanoche, aprovechando que está aquí y ya que nos hemos alejado del sol ¿Qué te parece si jugamos una partida de póker?...

LILALANOCHE
¿De póker?

EL SEÑOR MAR
Sí, de póker…

LILALANOCHE
Pero tengo poca plata…

EL SEÑOR MAR
A ver, a ver… ¿Cuándo tienes?

Lilalanoche saca unos inmensos billetes. El Señor Mar se los arrebata.

EL SEÑOR MAR
Está bien para comenzar.

El señor Mar le sirve varios naipes también inmensos. Se ponen a jugar. El señor Mar se pone a fumar mientras piensa su juego. Pausa

EL SEÑOR MAR
(Repentinamente) ¡Te gané!

LILALANOCHE
¿Qué?

EL SEÑOR MAR
¡Te gané! ¡Te gané! ¡Págame!

LILALANOCHE
Me has hecho trampa, me has hecho trampa…

EL SEÑOR MAR
¡Págame!

LILALANOCHE
¡Me has hecho trampa! ¡Me has hecho trampa!

EL SEÑOR MAR
(La golpea) ¡Págame!

LILALANOCHE
¡Tramposoooo!

EL SEÑOR MAR
(Maltratándola) ¡Págame! ¡Págame!

LILALANOCHE
¡Ayyyyy!.... ¿Eh? ¡El sol! ¡Llegamos al sol! ¡Llegamos al sol!

EL SEÑOR MAR
¡Mentirosa! ¡Págame!

LILALANOCHE
¡El sol! ¡El sol! ¡Me voy! ¡Me voy!... ¡Chau, chicos!... (Sale)

EL SEÑOR MAR
¡Huy! ¡Es verdad! ¡El sol! ¡Ya estamos de día! ¡Me voy!

El Señor Mar se sumerge. Apagón en este sector de la escena. En otro sector, una luz radiante descubre a la Niña y a Kopérnico.

KOPERNICO
¿Vistes? ¿Vistes?

NIÑA
No, no vi nada, no vi nada…

KOPERNICO
No puede ser, estuvo bien claro.

NIÑA
Pero, ¿Qué era?

KOPERNICO
¡El cielo! ¡Las estrellas! ¡El sol! ¡Todos alrededor de él! ¡Girando y girando! ¡Todos alrededor del sol!

NIÑA
¿La tierra también gira alrededor del sol?

KOPERNICO
¡También la tierra! ¡Todos giran alrededor del sol!

NIÑA
Bah, ¡Tú no sabes nada del cielo!... ¡Cómo va a moverse la tierra!

KOPERNICO
¡Se mueve!... ¡Yo te voy a enseñar el movimiento de la tierra!

NIÑA
¿El movimiento de la tierra? Pero, ¿Cómo?


Kopérnico, con una fácil tonada, jugando con su voz, se acerca a ella cantando

KOPERNICO
¡Sácate el zapato! ¡Ahora el calcetín! ¡Aquí pon el pie!

NIÑA
¡Para qué! ¡Para qué! ¡Tú me engañas! ¡Tú me estafas!

KOPERNICO
¡Vamos, vamos, ten fe en mí! Si tú quieres, si tú deseas, ven aquí. ¡Ven aquí!

NIÑA
(Se sienta, se saca el zapato) ¿Se mueve? ¿Se mueve? ¡A ver, a ver, a ver! Si es cierto, ¡a ver, a ver, a ver!
Cuidadosamente, la Niña posa, después de incorporarse, el pie en el suelo.


KOPERNICO
¡Cuidado! ¡Cuidado! ¡La tierra es delicada! ¡Dedito solamente! ¡Gordito solamente!
La Niña levanta el pie y vuelve, ahora solamente los dedos, a posarlo en el suelo. Bruscamente, se escucha un efecto musical. La Niña da un gran salto.

NIÑA
¡Se mueve! ¡Se mueve! ¡Que todos ya se enteren!

KOPERNICO Y LA NIÑA
¡Se mueve! ¡Se mueve! ¡Que todos se enteren!

NIÑA
Entonces, los libros se equivocan. ¡El sol no se mueve!

KOPERNICO
¡Se mueve la tierra!

NIÑA
¡Los libros se equivocan! ¡Los libros se equivocan!

KOPERNICO
¡Vamos a contárselo a todos!

KOPERNICO Y NIÑA
¡Se mueve! ¡Se mueve! ¡Es hora que se enteren! ¡Se mueve! ¡Se mueve! ¡Es hora de que se enteren!

La música entra mientras se ilumina el sórdido sector donde está representada la ciudad y sus ambientes. Aparecen dos títeres: señoras adornadas de joyas y empolvadas, olorosas y de latísimos peinados.

SEÑORA I
¡Imagínate, hija! ¡A quien se le ocurre! ¡Ay! Esta juventud está cada vez más loca… ¡Que disparate!

SEÑORA II
Pero cuéntame, cuéntame, Pelusa: me tienes en ascuas, en ascuas me tienes…

SEÑORA I
¿Es que no ha escuchado lo que andan diciendo por allí? ¡Que la tierra gira alrededor del sol! ¡Imagínate, hija!

SEÑORA II
¡Ay, pero esto es el colmo! ¡El colmo!... Cómo han cambiado los tiempos, Pelusa… ¿Te acuerdas? Antes había más respetación para con los mayores. Los jóvenes daban asiento, cedían el paso, saludaban y sobre todo, respetaban lo que decían los libros…

SEÑORA I
Claro que me acuerdo. Pero lo que es ahora: ni la tos, hija, ni la tos… (Mira hacia abajo) Oye, esta madera está un poco floja, debe estar más clavada, parece que hasta los obreros se están rebelando…

SEÑORA II
Sí, hija ¡Qué tiempos! ¡Qué tiempos!

SEÑORA I
¡Ay! ¡Me caigo! ¡Me caigo!... ¡Ayyyy!

Cae. Desaparece de escena.

SEÑORA II
¡Pelusa! ¡Pelusa!... ¡Ay pobre Pelusa! ¡Alguien tiene que ayudarme!... ¡Joven! ¡Joven! ¡Ayúdeme a levantar a esta dama!

Un pequeño títere pasa muy cerca silbando. Se detiene. Mira, pero sigue de largo.

SEÑORA II
¡Joven! ¡Joven!... ¡Ay, Pelusa, no me hace caso! Creo que vas a tener que levantarse sola… Con lo de mi operación, el doctor me ha prohibido levantar pesos…

SEÑORA I
(Apareciendo, dolida) Ayyy, ayyy… ¡Todos son iguales! ¡Jóvenes sinvergüenzas! Debe ser de los que dicen que la tierra se mueve.

SEÑORA II
Seguramente. ¡Imagínate! ¡Que la tierra gira alrededor del sol! Solo de pensarlo me da mareos…

SEÑORA I
Cómo pueden decir eso. Es pecado, hija.

SEÑORA II
Pecado, Pelusa, sacrilegio.

En otro extremo de la escena, aparece una masa de cabezas que se asoman para gritar.

MASA I
¡Se mueve, se mueve,
no quieren darse cuenta,
se mueve la tierra,
no quieren darse cuenta!

SEÑORAS I Y II
¡Farsantes! ¡Pecadores! ¡Se van a ir al infierno!

En el extremo opuesto, aparece un nuevo conjunto de cabezas que se asoman cantando burlonamente.

MASA II
Es quieta, es quieta,
la tierra siempre es quieta,
los libros lo dicen,
el sol es el que se mueve.

MASA I
¡Mentira, mentira,
no quieren darse cuenta,
se mueve la tierra,
ya deben cuenta!

SEÑORAS I Y II
¡Dios los va a castigar! ¡Van a ver! ¡Idiotas! ¡Que se han creído! ¡No saben lo que dicen! ¡Al infierno se van a ir!

MASA I
¡Viejas feas! ¡Fuera! ¡Fuera! ¡Viejas pintadas! ¡Tontas! ¡Se mueve la tierra! ¡Fuera!

SEÑORAS I Y II
¡Qué groseros! ¡Vámonos de aquí inmediatamente! ¡Vámonos! (Salen)

MASA II
¡No se mueve!

MASA I
¡Se mueve!

MASA II
¡No se mueve! (Sale)

MASA I
¡Se mueve! (Sale)

Apagón. Una luz muy tenue ilumina a Kopérnico, acompañado solo de una tristísima música de fondo, que poco a poco se va haciendo festiva.

KOPERNICO
Nadie cree, nadie sabe creer, nadie quiere creer. ¿Por qué nadie quiere creerme? Tienen miedo, seguro. Porque ¿saben? ¡La tierra se mueve! (La luz se va abriendo o, si es posible, algunos cañones de luz se proyectan sobre el público, lentamente, hasta que la luz se haga plena en la platea y todos puedan verse unos a otros) ¿Ustedes me creen? ¿Sí? ¡Me creen! Entonces… entonces, no estoy solo ¡Estoy con ustedes! Ustedes también creen que la tierra se mueve, ¿No? Pero, y… cómo lo supieron. ¿Ustedes creen también que la tierra se mueve? Entonces, ¿También la sintieron?... Yo también. A cada rato, sí, la otra vez cuando pasó el lechero tocando la botella con una moneda: tilín, tilín, tilín y cuando pasan los carros, rumrumrumrumrumrum, rum, rum, rum, rum, rum, el semáforo cambia de colores y las sirenas eeeeeeeeee, eeeeeeeee, eeeeeeee y la gente que camina y camina, viene el micro, ¡Suben! ¡Suben! ¡Avancen al fondo! ¡Avancen al fondo! , se aprieta el botón y está prendido, las cajas de colores suenan y el submarino avanza, avanza, ¡Pum! Hundiste un portaaviones, ¡Pum! Hundiste un submarino y se prende la luz de tu calle y los arboles se mueven con el último suspiro del atardecer.

Después pagas y las monedas suenan sobre el mostrador y se mueve y la música sale de la puerta del refrigerador y entra en tus orejas y se mueve. Y te duele el corazón delante de los mendigos y cuando tu papá o tu mamá discuten y se van de la casa tirando la puerta y tú no sabes qué. Y se mueve cuando las olas del mar se llevan los barcos no se sabe dónde y en el fondo, una banderita flamea haciéndote adiós, adiós, allá al fondo, debajo del mismo cielo que el tuyo, pero en otras aguas, lejos, muy lejos, donde nadie ha llegado a pie, donde nadie ha llegado en bicicleta, donde nadie ha llegado en carro, donde solamente se puede llegar en avión, en un pájaro, o en una nube… Es que se mueve la tierra, ¡Se mueve! ¡Se mueve!

Si la simpatía del actor lo permite, a coro con el público, exclama: ¡Se mueve! ¡Se mueve! En este punto las luces ya se abrieron completamente sobre la platea. Kopérnico desciende a la platea y se encuentra con los niños saludándolos y quedándose para siempre con ellos.


















PARA MARZO SERE OTRO



Novela del desarraigo, de las situaciones de límite, generadoras de incertidumbres e inquisiciones, se posiciona en el margen, como punto de vista esclarecedor.
Novela de lo cotidiano, sintetiza los fenómenos contextuales y los transforma en temas.
Novela de lo ambiguo, mezcla voces, historias, realidades historicas y ficticias.
Novela de la locución subjetiva, afincada en la oralidad, contraria a lo anecdótico, es una descarga emocional subjetiva, doblemente historizada en primera persona.
Novela de temas eternos, conocimientos, amor, identidad, los explora como realidad polivalente en que se fuciona lo dramático, lo erótico, lo poético.
Novela urbana por exelencia, revisa críticamente la historia y construye una geografía conceptual donde los referentes evocan otras cosas, ademas de las que representan, haciendo que la imagen del Perú transite por sus contextos como constante simbólica fundamental.

Mihaela Radulescu