LIMALANDIA PARK



Empecé a escribir esta obra en los primeros años de los 80, yo estrenaba estado civil y paternidad, quizá por eso en cierto modo es también una obra sobre la familia en una sociedad como la nuestra. Más tarde, la obra obtuvo el primer puesto en el entonces único concurso nacional de teatro, el de San Marcos. Siempre quise representarla, porque como casi todos mis demás trabajos fue escrito para la escena, no para la lectura. Pero otros caminos me llevaron a otras obras, y ésta hasta la fecha nunca fue representada. He debido tipearla otra vez porque es de los tiempos en que la memoria y las manos se compaginaban en un mismo hecho.




LIMALANDIA PARK

Personajes:
Infinidad, todos los posibles, pueden usarse grabaciones con las voces cotidianas de los vendedores que cortan con sus gritos las conversaciones en Lima, como probablemente en todas las ciudades populosas de Latinoamérica. Diversos roles, tanto femeninos como masculinos que serán desarrollados –opcionalmente- por los siguientes actores:

ACTOR I, ACTRIZ II, ACTOR III, ACTRIZ IV

ESCENA: La noche en la ciudad.

ESCENA I

BRUSCAMENTE, ENTRAN ACTOR I Y ACTRIZ II, JULIO Y MARGARITA, DOS JÓVENES DE LA ARISTOCRACIA LIMEÑA DE LOS AÑOS 20.
JULIO
(SALTANDO DE ALEGRÍA, JOVIAL) ¡Ahora sí, Margarita!
MARGARITA
¡Por fin, Julio, por fin! ¡Tenían que estar de acuerdo!
JULIO
¡Te vas a ver preciosa en la boda!
MARGARITA
Y tú también… (LO TOMA DE LOS HOMBROS) ¿Te das cuenta? Nos vamos a casar…
JULIO
Es increíble, Margarita… Viviremos en la Plaza Bolognesi. Mi padre me ha regalado la casa. ¿Qué te parece?
MARGARITA
¡Maravilloso! ¡Maravilloso!
JULIO
Y seremos felices como las perdices… (AMBOS RIEN) Aunque, bueno, el viejo sigue empeñado… Tendremos que vivir en el campamento. Por un tiempo…
MARGARITA
(FASTIDIADA) Oh, el campamento…
JULIO
Mi vida, solamente por un tiempo. Mi padre quiere que le ponga en orden la mina. Las cosas no van bien por allá… Bueno, siempre hubieron problemas: el viejo quiere que acabe con ellos.
MARGARITA
(RESIGNADA) Bueno, iremos, qué le vamos a hacer.
JULIO
Bah, a mí tampoco me gusta. No te imaginas cómo es eso. Pero prefiero estar en buenas relaciones con el viejo.
MARGARITA
Y yo que quería que me enseñaras a manejar el auto. Allá ni autos habrán…
JULIO
¿Y para qué quieres aprender a manejar? Las mujeres no manejan, Margarita.
MARGARITA
¿Y por qué no?
JULIO
Está bien, está bien, no quiero discutir… ¿Le contaste a Pochi?
MARGARITA
Sí, no lo podía creer.
JULIO
No pueden faltar. Creo que Humberto D’Onofrio no sabe nada. Tenemos que mandarle el parte.
MARGARITA
Sí,  no pueden faltar al matrimonio.
ACTOR I, ROMPIENDO CON EL PERSONAJE SE ADELANTA, FRIAMENTE, AL PÚBLICO.
ACTOR I
No pueden faltar al matrimonio.
AMBOS SALEN CORRIENDO, AL MISMO TIEMPO QUE ENTRA ACTOR III Y ACTRIZ IV, ANTONIO Y JUANA, DOS POBLADORES.
JUANA
(AL PÚBLICO) Se casaron. Tuvieron tres hijos, es cierto. Pero también es cierto que nunca hicieron nada con las manos. ¡Nada!
ANTONIO
No es cierto, a veces limpiaron sus zapatos, lavaron sus calzoncillos. De vergüenza a lo mejor, no sé.
JUANA
Pero cuando crecieron, cuando se multiplicaron, cuando tuvieron a los niños… ¿Acaso ellos les limpiaron el culo cuando se cagaban? Tenían sirvientes.
ANTONIO
Pero él andaba en un trabajo fuerte.
JUANA
Sí, es cierto. ¿Era minero? No, no era minero. ¿Qué era? ¡Hijo del ingeniero! ¿Y cuando volvió a Lima? ¿Obrero? ¿Ambulante? ¿Empleado? No. Se compró una fábrica, una fábrica de losetas. Y solo servía para dar órdenes. Yo lo vi, yo trabajé allí.
ANTONIO
Yo también.
AMBOS SE ADELANTAN AÚN MAS.
AMBOS
(AL PÚBLICO) ¡Los dos trabajamos allí!
ACTOR III SALE. UN SORDO SONIDO DE MÁQUINAS EN FUNCIONAMIENTO. JUANA LLORA SUAVEMENTE. ENTRA MARGARITA QUE AHORA ES MARÍA.
JUANA
¡María!... ¿Por qué lloras?
MARÍA
El señor Julio… me dio una cachetada…
JUANA
¿Qué?... ¡Blanquito de mierda!... ¡Y porqué!
MARÍA
Porque llegué tarde…
JUANA
¿Se te pegaron las sábanas?
MARÍA
No… vivo lejos. Me atraso siempre… Ahora no quiso dejarme entrar. Yo le rogué, me tiró una cachetada y me dijo que la próxima vez me despide…
JUANA
Ya, no llores… y levántate más temprano para que no llegues tarde.
MARÍA
(SOLLOZANDO) Es que… tengo que atender a mi bebito, a las siete le doy el pecho.
JUANA
Bueno, bueno, ya no llores.  Ponte el guardapolvo y vamos a trabajar… Estas cosas se pagan, hija, se pagan. En este mundo todo se paga. Si no pagas aquí, pagas en el infierno. Vamos, vamos…
SALEN. EL MISMO SONIDO DE MÁQUINAS. ENTRA ANTONIO.
ANTONIO
(AL PÚBLICO) Era una mierda, por las puras te gritaba. Y cuando alguien le decía: “Señor Julio, seré su obrero, pero no tiene porqué gritarme”, “Si no le gustan mis gritos, lárguese, cuando quiera”. Una mierda. (RIE) Dicen que en su casa era una paloma, que su mujer –Margarita creo que se llama- lo tenía dominado. A Arturo lo llamaron para que haga un trabajo en su casa, como sabe de gasfitería, le salió el cachuelo. Adelante, “señor”, le dijo el señor Julio. ¡Señor! Como si fuera decente el Arturo: porque estaba delante de su mujer. Lo invitaron a comer con ellos, después de conversar y comer postre, recién le pidieron que arreglara el water que se había atorado y la tasa rebalsaba… Tiene miedo delante de su mujer, le habrá dado jugo de calzón, para que le tenga miedo es porque le ha dado, seguro que le ha dado… Ya quisiera verlo a la hora de los hombres, de igual a igual, con las mangas remangadas, solo con puños. Se ríen, se hacen los locos, dan media vuelta y se van… Todos los blanquitos son así… Tienen plata, están con la barriga llena, para qué se van a pelear, no tienen cóleras… No tienen cicatrices, nunca se caen, nunc se trompean, nunca se enfrentan para hacerse respetar la madre. Son hijos de puta, ¡cuidan el cuerpo!... Yo estoy lleno de cicatrices, como todo el mundo, carajo. Esa máquina de mierda me ha sacado un pedazo de dedo. ¡Miren!... Porque será máquina, pero hay que manejarla con las manos, y va rápido la pendeja, y cuero mal cocido es cuero para la basura… Lo peor es que te descuentan. ¡Y a nadie le gusta que le descuenten! ¡Qué buena concha! Encima, uno no puede equivocarse… Y cuando aumentan la velocidad de las correas para que uno trabaje más rápido, ¿acaso te aumentan el pago? (IMITANDO AL JEFE DE PERSONAL) ¡Rápido, más rápido!
ENTRA JULIO QUE AHORA ES ANDRÉS.
ANDRÉS
(A ANTONIO) Más rápido, Antonio, más rápido…
SE ESCUCHA INTENSAMENTE EL SONIDO DE LAS MÁQUINAS. AL PÚBLICO, EN UNA RÁFAGA DE ÉXTASIS:
ANTONIO
Rápido, como el vuelo ligero de los gallinazos que aletean en el cielo de Lima.
ANDRÉS
En el verano. Como el verano, a la velocidad del universo, secándote…
ANTONIO
Persiguiendo al otoño y a sus mariposas desteñidas en el atardecer de mayo, más rápido, mucho más rápido…
VIOLENTOS.
ANDRÉS
Más rápido.
ANTONIO
Más rápido.
ANDRÉS
Más rápido.
ANTONIO
Más rápido.
ANDRÉS
Más rápido.
ANTONIO
Más rápido.
ANDRÉS
Más rápido.
ANTONIO
Más rápido.
ANDRÉS
(QUEBRANDO LA SECUENCIA) ¡No, señor! ¡Se me está partiendo el alma!
BREVE PAUSA.
ANDRÉS
(SÓLIDO, AVANZA AL PÚBLICO) Como en la tómbola anual del partido aprista, como en el carrusel de colores que avanzaba en el aire y yo sin saber por dónde bajar. Yo sin saber adónde íbamos a parar. Los colores desparramados, a toda velocidad, los niños llorando, los padres calmándolos: yo sin padre y sin calma… (A ANTONIO) ¡Había que agarrarse bien del caballo, compadre!
ANTONIO
(DESDE ATRÁS) Que agarrarse fuerte.
ANDRÉS
Ya me estaba olvidando.
ANTONIO
(AVANZANDO) Y también los columpios, ¿te acuerdas? Había que saber elevarse. ¿Te acuerdas? No, ya no te acuerdas. Éramos chiquillos. ¿Y del lingo? ¿Tampoco? ¿Y de la canga? ¿Y de la bata? ¿Y del chicote quemado? ¿Y de los trompos? Una vez te cayó uno en la cabeza por bailarlo a la volada… (ENVEJECIENDO) ¡Cuánto tiempo! ¡Cómo pasa el tiempo!... y uno se va acabando. Bah, no voy a decir eso, parezco viejo. Y no soy viejo. Pero si quieres que te diga la verdad, estoy cansado. Y no es el trabajo. Ya no. Ahora tengo otro trabajo.
ANDRÉS
¿En qué estás trabajando?
ANTONIO
En un laboratorio. Lavo botellas, pego etiquetas, hago goma, de todo un poco. Y son buena gente los dueños.
INTERMITENTES, NUEVAMENTE EXCITADOS, DISTORCIONÁNDOSE.
ANTONIO
Es una suerte.
ANDRÉS
Sí, Antonio, en este mundo es una suerte.
ANTONIO
Es una suerte la gente buena, Andrés.
ANDRÉS
Una suerte, sí, es una suerte la gente buena.
ANTONIO
Es una suerte la gente buena, la gente buena: una suerte.
ANDRÉS
Sí, ¿una suerte? La gente buena, verdaderamente, una suerte…
ANTONIO
Sí, yo también  creo que es una suerte la gente buena…
ANDRÉS
Una suerte, Antonio.
ANTONIO
Una verdadera suerte…
AMBOS
(A CORO, AÚN EXCITADOS) ¡Una suerte, Andrés, Antonio, Carmen, Teresa, Elías, Juan, Rosa, María! ¡Una suerte!
ANDRÉS
¡Una suerte, compañeros!
TODOS ENTRAN. COMO UNA BANDA DE HUMITEROS, SE AGITAN CANTANDO Y TOCANDO UNA BREVE ESTROFA DE ALGUNA CANCIÓN POPULAR DEL MOMENTO. PAUSA. ANTONIO Y ANDRÉS SE SIENTAN EN EL SUELO. LAS ACTRICES DAN DELICADOS PASOS DE BAILE. BRUSCAMENTE, SILENCIO. LAS ACTRICES CONGELAN, PERO CON MUCHA LENTITUD INTERPRETAN CORPORALMENTE LA ESCENA.
ANTONIO
(SENTADO) Están buenas ¿no?
ANDRÉS
Sí, buenasmozas las chinas.
ANTONIO
¡Buenasmozas! (SE PONE DE PIE) ¡No seas pendejo!... ¿De dónde has sacado esa palabrita?
ANDRÉS
No me jodas…
APARTE, LAS ACTRICES MIMAN ACTITUDES DE LLANTO O HABLAN CON ALGUIEN ABSOLUTAMENTE TRISTES.
ANTONIO
Se la has escuchado al señor Julio, ¿sí o no? Buenamoza, ven a acá, dice cuando quiere levantarse una obrera en la fábrica… Estás aprendiendo sus palabras, compadre.
ANDRÉS
No me jodas, todo el día andas hablando del señor Julio. ¿Lo odias porque tiene plata? ¿Tú no quisieras tener plata? ¡Mátalo! ¡Y quédate con la plata!
ANTONIO
¡Eso sí que estaría bueno!... ¡Qué haría yo con tanta plata! Pero lo mato y me encierran cien años… ¡Ñongo!
RUPTURA. NUEVAMENTE EN BANDA DE HUMITEROS CON UNA ESTROFA DE OTRA CANCIÓN POPULAR. PAUSA. LAS MUJERES MIRAN MECÁNICAMENTE CÓMO LOS HOMBRES BAILAN BREVES PASOS DE VALS. ENSEGUIDA, MIRANDO A LAS MUJERES Y AL PÚBLICO, REPITEN SIMULTÁNEAMENTE EN DIVERSAS ÁREAS DE LA ESCENA EL SIGUIENTE TEXTO.
ANDRÉS
(EN TONO FANFARRÓN, ENAMORANDO)  Yo soy Andrés, y trabajo de gerente en una fábrica de joyas. Sí, soy joyero. Vendo rubíes, esmeraldas, zafiros, diamantes… Tengo un carro en la puerta. Estoy a sus órdenes, señorita, cuando usted quiera puede darme una llamadita, es el número 4182. Sí, señorita, a eso de las seis estoy más desocupado, podemos dar una vuelta por el Club Nacional, allí hay un rincón con luces de color… ¿porqué no vamos de una vez? En la esquina hay una tienda de helados. ¿No le provocan los helados? Hay helados de lúcuma, de fresa y vainilla… ¿No quiere acompañarme? ¡Anda, vamos!
ANTONIO
(CON LA MISMA INTENSIÓN, EN OTRA ÁREA) Yo soy Antonio y trabajo en General Motors, aquí en la Av. Alfonso Ugarte. ¿Yo? Ingeniero de fundiciones… Pero el Perú no me conviene. En EEUU tendría de todo, aquí no tengo nada. Bueno, sólo tengo una casa en Miraflores, un carro, un carrito rojo, sport, no tiene techo, el viento lo despeina a uno… ¿Conoce EEUU?... Yo sí. Es un país, ¿cómo puedo decirle? Maravilloso es la palabra, admirable, ¿no le gustaría conocer? Yo la puedo invitar. Tengo muchos amigos en el aeropuerto, manejan aviones a chorro, no hay necesidad de pasaporte cuando uno es dueño del avión… Y si va conmigo está bien acompañada. ¿No quiere tomar el aire de las nubes? De verdad, ¿no quiere? ¡Anda, vamos!
LOS HOMBRES VUELVEN A LA ESCENA. SIMULTANEAMENTE, EN ÁNGULOS DISTINTOS.
ANDRÉS
(SERIO) Yo soy Andrés y de verdad que… A veces no sé… Soy joven, ya sé, pero… trabajo en una fábrica de vidrio, pero sólo hasta el miércoles: se cumplen tres meses. Tres meses nomás dan trabajo, después te despiden para no pagar beneficios. El otro mes puedo volver pero en la casa estamos atrasados con el pago, el dueño ha venido a amenazarnos: ese es capaz de botarnos. Mis viejos no saben qué hacer… Tengo un poco de vergüenza porque yo ya debí irme hace rato, pero no tengo la culpa: mi vieja insiste, los hijos salen casados, dice. Bueno, de algo les sirve la poca plata que le doy. Aunque estoy harto de la casa: no hay agua, no hay luz, el cuarto es chiquito, hay que pelearse con los vecinos para que lo dejen cagar a uno. Eso sí: no hay rateros. Gente sana nomás… ¿No han visto a Perico por aquí?
ANTONIO
(SERIO) Yo soy Antonio y vivo en la quinta, no hay trabajo pero mi padrino me va a conseguir uno bien bacán. El trabaja en la avenida Colonial, en una fábrica. Ya tengo los papeles: la partida, el certificado de buena conducta, la recomendación la consigue mi padrino. ¡Pendejo es el padrino! Le saca la vuelta a su mujer, tiene un montón de mujeres. Y qué suerte tiene el pendejo, con la cara que tiene las mujeres lo buscan. Y eso que es serrano, del Cuzco todavía. Aunque dicen que tiene buen puesto, seguro que es por eso… Las mujeres no le hacen caso a uno cuando no tiene plata ¿no? ¡Qué le van a hacer!... ¿No han visto a Perico por aquí?
ANDRÉS
(A ANTONIO) ¿Y Perico?
ANTONIO
No sé.
SALEN. NUEVAMENTE, HUMITEROS CON OTRA CORTINA MUSICAL. JUANA Y MARÍA QUE AHORA SON LAURA Y TERESA, SE ACERCAN AL PÚBLICO Y MUY FEMENINAS MURMURAN SUS TEXTOS SIMULTANEAMENTE.
LAURA
¿Yo?... Laura… En una tienda de zapatos. Despacho en el mostrador… Sí, estoy contenta, aunque mi mamá tiene una enfermedad rara y para que no le crezca una roncha que le ha salido en el pecho hay que darle baños de una luz… Sí, bien caro. Todas tenemos que trabajar para que se cure. Si no se puede morir, así ha dicho el doctor… Cinco… Mi papá, mi mamá y tres hermanas… No, las tres trabajamos. Yo no sé de dónde sale eso de que las mujeres no trabajan, nosotras trabajamos, casi todas las mujeres que conozco trabajan… ¡Dónde va a ser! En las fábricas, en el mercado, en las tiendas. Las que ni siquiera cargan sus bolsas en el mercado serán las que tienen plata, porque las demás trabajan… ¡En lo que sea, en lo que sea!... Claro, tenemos derecho, ¿porqué no vamos a votar si somos iguales a los hombres! Hay diferencia, pero muy poca… ¡Por Odría, pues! Gracias a él vamos a votar. Ese es un buen presidente, además ha hecho muchos colegios y hospitales… ¿A quién? ¡Ah, Perico, el que vive en el siete! No, no lo he visto.
TERESA
Yo, Teresa… Vendo conservas en un puesto de La Aurora… Sí, estoy contenta, tengo caseras muy buenas: siempre me compran… ¿A mí? La música, trabajo con mi radio prendido. No quiere decir que no trabaje, se puede mover las manos mientras se escucha: por eso me gusta la radio y dan buenas novelas… Ah, estoy escuchando una de amor, también me gustan de terror… ¿La televisión? No sé, no me acostumbro, no tengo. Es bonito, ¿no? Más me gusta el radio. No sé… Será cosa de acostumbrarse, todos ya están comprándose televisión… No, no tenemos plata, debe ser caro, pero voy a decirle a mi hermano, a lo mejor compramos entre los dos, para mi mamá que se queda sola en la casa… ¿Mi papá? No sé, se va a tomar todas las noches con sus amigos. ¡Todas las noches regresa gritando! Dice que Odría tiene la culpa… Por la ley de jubilación. Se ha quedado sin trabajo…
REGRESAN A ESCENA. AMBAS, A CORO.
AMBAS
Después, se queda dormido, /las luces de la ciudad/ se apagan con sus ojos,/ calla el mundo cuando duerme/ y sus manos llenas de callos hablan,/ qué vamos a hacer con la vida,/ qué vamos a hacer con Lima que se va de noche,/ y cuando vuelve, nos encuentra con hábito morado,/ con cordón blanco,/ con escapulario.
BRUSCAMENTE, MÚSICA DE HUMITEROS. LA MÚSICA SE DETIENE.
LAURA
(A TERESA) ¿Y Perico?
TERESA
No sé.
LA MÚSICA CONTINUA.PAUSA.



ESCENA II

TODOS ADELANTE.
TODOS
(EN TODAS DIRECCIONES) ¡Se casaron! ¡Se casaron! ¡El señor Julio y la señorita Margarita! ¡En la iglesia Medalla Milagrosa! ¡Qué bonita fue la boda! ¡El cura les dio la bendición! ¡Todo Lima estuvo presente! ¡Todo Miraflores y San Isidro! ¡Les tiraron arroz! ¡No se imaginan!...
BRUSCAMENTE, TODOS A CORO.
TODOS
¡No se imaginan! ¡Fueron todos a la boda!
ANTONIO QUE AHORA ES PEDRO Y LAURA QUE AHORA ES VIRGINIA, SE NIEGAN, AL FONDO. EN ESCENA, TERESA QUE AHORA ES ANTONIA Y ANDRÉS QUE AHORA ES PERICO, DOS JÓVENES.
PERICO
(A ANTONIA) Hola, ya no quieres saludar…
ANTONIA
No te vi…
RUPTURA, TODOS A CORO.
TODOS
¡Tuvieron tres hijos!
NUEVAMENTE, PERICO Y ANTONIA.
PERICO
Quédate un rato, acompáñame.
ANTONIA
Mi mamá no quiere ni que hable contigo.
TODOS A CORO.
TODOS
¡Lucho, Jorge y Virginia se llamaban!
PERICO Y ANTONIA, NUEVAMENTE.
PERICO
No te voy a rogar.
ANTONIA
Rogar, rogar… ¿A quién vas a rogar?
TODOS A CORO.
TODOS
¡En el campamento fueron niños! ¡Después crecieron en Lima!
OTRA VEZ, PERICO Y ANTONIA.
PERICO
A nadie. Yo nunca le ruego a nadie.
ANTONIA
A Virginia sí le ruegas.
 TODOS A CORO.
TODOS
¡En buenos colegios estudiaron! ¡La Salle, Salesiano, Raimondi! ¡Virginia era la más bonita!
OTRA VEZ, ANTONIA Y PERICO MIENTRAS LOS OTROS SE NIEGAN.
PERICO
¿Qué dices? Yo  nunca le ruego a nadie ¿ya?
ANTONIA
¿A nadie? (CANTA, BURLONA) “A nadie ruego,/ a nadie espero,/ solo nací, / solo me iré,/ a nadie espero/ porque es morir”
TODOS A CORO.
TODOS
¡Virginia era la más bella! ¡Era la más buena!
PERICO Y ANTONIA.
PERICO
¡Le voy a decir a tu hermano, ah!
ANTONIA
¡Yo también le voy a decir!
PERICO
¿Qué le vas a decir?
ANTONIA
(SALIENDO) Que… la hija del señor Julio… ¡te pone colorado! (SALE)
LOS DEMÁS SALEN TAMBIÉN. PERICO QUEDA SOLO.
PERICO
…¡Qué mierda! No tengo vergüenza… (AVANZA, AL PÚBLICO) Es bien bonita… ¡Estoy enamorado! Carajo, qué mierda, bien hombre, pero me he enamorado…
PEDRO, CON LAS MANOS EN LOS BOLSILLOS, AVANZA HACIA PERICO.
PEDRO
¡Qué pendejo! ¡De Virginia todavía!... ¿Y? ¿Te da bola? ¡Qué bola te va a dar! Es de plata… Porque te manda a comprar, no te vas a templar, Perico.
PERICO
A ti qué te importa, yo le caigo un día de estos… ¡Por mi madrecita!... Mira… (JURA) Un día de éstos me lanzo…
PEDRO
Te va a mandar a la mierda, seguro.
PERICO
Ella no dice lisuras.
PEDRO
Ah, con otras palabras te dirá creído. Debe tener un montón de amigos blanquiñosos. Te vas a quemar… Las chiquillas de la quinta son mejores.
PERICO
No tienes gusto, Pedro, ¿quién más tiene unos ojos como los de Virginia?
PEDRO
¿Y quién más tiene la plata que tiene Virginia? ¿Cuánto tienes para invitarla al cine? Si la dejan…
PERICO
No tengo nada. (PENSATIVO) Pero voy a tener…
PEDRO
(EN ALTA VOZ, CON PERCUSIÓN DE FONDO) Pero ahora,/ en este momento, Perico,/ cuánto hay en tu bolsillo,/ ¿cuánto, Perico?/ ¿cuánto tienes, Perico, cuánto puedes?/ Porque aquí, en esta calle,/ en este barrio/ en esta provincia,/ en este país,/ en este mundo, tanto tienes,/ tanto puedes, Perico.
PEDRO SALE. CAMBIO.
PERICO
Qué mierda… El señor Julio no es tan malo… ¿Acaso no le ha dado trabajo al Loco, a Dionisio?... Que me diga a  mi nomás, “¿quieres trabajar en la fábrica?” ¡Claro! Allí sí le demuestro quién soy yo. De losetas es su fábrica. Allí sí: “señor Julio, yo voy a cargar solo esa tonelada de losetas”. “No, no, déjeme a mi nomás”. Yo solito nomás: voy a comenzar desde abajo y lo voy a alcanzar, por mi madre. Él se va a dar cuenta que soy muchacho inteligente y ¡fuiiii! “quédate con la fábrica, Perico, ahora me toca descansar”… Tengo que comprarme unos ternos bien bacanes, me pongo uno, el crema, y al día siguiente le digo: “señor Julio, le pido la mano de su hija, ella ya sabe, vámonos Virginia, a vivir a Barranco, vámonos”. Él va a decir “bueno, Perico, está bien, si se quieren, llévatela nomás. Cuídamela ¿ah? es mi engreída”. ¿Y cómo no se la voy a cuidar, señor Julio!... (PAUSA. SUSPIRA PENSATIVO) Virginia, Virginia…
CON LA MISMA PALABRA SE TRANSFORMA DE JOVEN ENAMORADO EN EL SEÑOR JULIO, IMPASIBLE DUEÑO DE LA FÁBRICA.
SEÑOR JULIO
¡Virginia!
ENTRA VIRGINIA.
VIRGINIA
(DE ESPALDAS A ÉL, SIN MIRARLO) ¿Sí, papá?
SEÑOR JULIO
Ven acá, hijita.
VIRGINIA SE ACERCA A ÉL.
SEÑOR JULIO
Dice tu madre que estás bien considerada en el colegio. ¿Es cierto?
VIRGINIA
¿No lo sabía, papá?
SEÑOR JULIO
Sí, claro, hija, pero quería preguntártelo a ti misma… Te has convertido en una señorita.
VIRGINIA
Sí, papá.
SEÑOR JULIO
¿Sabes? No me gusta que andes con ese muchacho.
VIRGINIA
¿Quién? ¿Perico?
SEÑOR JULIO
Dice tu madre que hablas mucho con él. Andas parada en la puerta conversando con él.
VIRGINIA
¿Y qué tiene de malo?
SEÑOR JULIO
No me gusta que hables con ese muchacho: Perico no es de tu clase.
VIRGINIA
¿De mi clase? ¿De cuál clase? Si solamente me acompaña a misa, a veces va a comprarme fruna en la tienda de la esquina.
SEÑOR JULIO
¡No me gusta que andes con Perico! Qué dirán tus primos. ¿No te da vergüenza? Andas de arriba para abajo con ese cholo.
VIRGINIA
Perico no es cholo, papá.
SEÑOR JULIO
No será cholo, pero tampoco es blanco.
VIRGINIA
¿Y?
SEÑOR JULIO
(TRATANDO DE SER AMABLE) Hijita, no eres una niña. Vas a cumplir trece años, eres toda una señorita. Tienes que cambiar tus maneras con los sirvientes, con los muchachos. No puedes juntarte con cualquiera, tienes que saber escoger tus amistades.
VIRGINIA
¿Acaso tengo tantos amigos para escoger?
SEÑOR JULIO
(RESOPLANDO) ¡No me gusta que andes con ese cholo he dicho! No le corresponde a una joven de tu nivel. ¿No ves dónde vive? En un callejón…
VIRGINIA
En una quinta…
SEÑOR JULIO
Es lo mismo. ¿No has visto qué gente vive allí?
VIRGINIA
Entonces hay que mudarnos. Vámonos a Miraflores o a San Isidro. Mis amigos del colegio viven allí.
SEÑOR JULIO
Bueno, creo que voy a hacer algo mejor.
VIRGINIA
Ya sé: vas a invitar a los primos este fin de semana. ¡Me tienen harta!
SEÑOR JULIO
Últimamente, te hartas de todo, Virginia. ¿Sabes qué voy a hacer? Te voy a mandar al extranjero para que estudies la media.
VIRGINIA
(BRUSCAMENTE ALEGRE) ¿De verdad? ¿Voy a estudiar en el extranjero? ¿De verdad, papá?
ENTRAN ANTONIA QUE AHORA ES PRIMO I Y PEDRO QUE AHORA ES PRIMO II, Y CON EL SEÑOR JULIO QUE AHORA ES PRIMO III, VOCIFERAN ALREDEDOR DE VIRGINIA. ÁGILES Y SUPERFICIALES, ENTRE RISAS Y COQUETEOS.
PRIMO I
¡Oh, prima Virginia! ¡Qué lindo prima! ¡Al extranjero!
PRIMO II
(ABRAZÁNDOLA Y BESÁNDOLA) ¡Qué bien, prima, qué bien! ¡Te felicito!
PRIMO III
¿A EEUU, prima?
PRIMO II
¿A España?
PRIMO I
¿A Italia?
PRIMO III
¿A Francia?
PRIMO II
¿A Alemania?
PRIMO I
¿A Inglaterra? ¿Ya sabes inglés? ¿Quién te ha enseñado? ¿El profesor Douglas?
PRIMO II
¿Qué tal es? ¿Bueno? Porque allá todo es en inglés.
PRIMO III
Mi papá también lo va a contratar.
PRIMO I
El mío también. Para mí y para Merci, aunque ella sabe un poco.
PRIMO II
Tenemos que hacerte una despedida, prima…
PRIMO I
Tienes que hacerte ropa… ¡No vas a ir con esa facha!
PRIMO II
Ay, pobre José Luis, se va a morir de la pena.
PRIMO III
¿Por qué?
PRIMO II
¿No se dieron cuenta cómo la miraba el mes pasado, cuando vinimos?
PRIMO I
Oh, ¿la miraba?
PRIMO II
La miraba, la miraba… pero es su primo.
PRIMO III
¿Y qué tiene de malo?
PRIMO II
Bueno, nada, entre primos también se puede, pero como dicen que Virginia tiene un novio…
PRIMO I
¿Un novio? ¿De verdad, Virginia? No nos habías contado.
PRIMO II
En el colegio todos lo saben.
PRIMO III
Mentiroso. ¿De verdad, Virginia?
PRIMO II
Sí, vive por aquí nomás.
PRIMO I
¿Tú lo conoces?
PRIMO II
No, pero Virginia me ha contado.
PRIMO III
¿Y cómo se llama, Virginia?
PRIMO II
Sí, ¿cómo se llama?
PRIMO I
¿Cómo se llama, cómo se llama?
VIRGINIA
(INMUTABLE) Perico.
TODOS
(RIENDO) ¡Ay, Perico! ¡Qué nombre tan gracioso! ¡Qué risa!...
TODOS SALEN RIÉNDOSE DE VIRGINIA. VIRGINIA QUEDA SOLA EN LA ESCENA.
VIRGINIA
(AL PÚBLICO) ¡Novio! ¡A mí no me gustan los novios! Perico no es mi novio… hasta parece un perrito, yo lo llamo a la puerta y viene corriendo. No quiero ir a misa con los sirvientes, me aburren. Perico me acompaña. La iglesia no está lejos, queda en Breña. Por allí no hay veredas como en la plaza, hay charcos… ¡Allá viene Perico!
PERICO
(TIMIDO) Buenos días, señorita.
VIRGINIA
Hola, Perico.
PERICO
¿Puedo conversar con usted?
VIRGINIA
Mmmm… Mi papá no quiere.
PERICO
¿No quiere? ¿Y por qué?    
VIRGINIA
…Porque tengo que estudiar.
PERICO
Yo también tengo que estudiar.
VIRGINIA
¿Sí? Eso está bien, Perico, estudiar es bueno.
PERICO
Pero usted estudia mucho.
VIRGINIA
Es que me gusta mucho. (FELIZ) ¡Y ahora voy a estudiar muy lejos!
PERICO
(ALARMADO) ¿Dónde se va?
VIRGINIA
Lejos, Perico… Ay, voy a extrañar la plaza.
PERICO
¡Se va a ir de viaje!
VIRGINIA
Sí, me voy al extranjero a estudiar la media.
PERICO
(FASTIDIADO) ¡Uf! ¡Hasta el extranjero! ¿Y por qué no estudia aquí?
VIRGINIA
En el extranjero se estudia mejor.
PERICO
Entonces, ¿ya no la voy a ver?
VIRGINIA
¡Voy a volver!... Te contaré todo lo que vi.
PERICO
Huy, cuándo será eso.
VIRGINIA
Pronto, Perico…
PERICO
A lo mejor, hasta casada viene.
VIRGINIA
No seas tonto, yo no quiero casarme.
PERICO
¿Por qué? ¿Acaso es pecado?
VIRGINIA
No será pecado pero mi tía Pocha que se quedó soltera dice que…
PERICO
¡Su tía es una idiota!
VIRGINIA
(OFENDIDA) ¿Qué dices? ¿Acaso la conoces?
PERICO
Perdón, señorita. Es que… No quiero que se vaya.
VIRGINIA
Bueno, eso lo ha decidido mi papá. Además, yo también quiero.
PERICO
¿No le da pena? 
VIRGINIA
Sí, pero… Bah, dame las manos, Perico, cierra los ojos, vamos a pedir un deseo. Cuando regrese, nos contaremos si se cumplió. (LO TOMA DE LAS MANOS. PAUSA) Ahora sí, me voy. (ESTÁ SALIENDO, DE PRONTO, COMO SI OLVIDARA ALGO, VUELVE Y BESA A PERICO EN LA MEJILLA).
VIRGINIA
Chau, Perico.
VIRGINIA SALE CORRIENDO. PERICO QUEDA SOLO Y ATONTADO. MÚSICA, AL PRINCIPIO LENTA Y LUEGO MUY LIGERA. PAUSA.



ESCENA III

NUEVAMENTE, MÚSICA DE HUMITEROS ANTES QUE ENTRE ACTOR I Y ACTRIZ II, UN MATRIMONIO CUALQUIERA DE UN PUEBLO DETERMINADO.
HOMBRE
¿Por qué dejas que salga tanto a la calle?
MUJER
Es hombre ¿no? ¿Qué le va a pasar?
HOMBRE
Están llevándose muchachos para el ejército. Se lo pueden cargar.
MUJER
Porqué, apenas tiene quince años… A los dieciocho se los llevan.
HOMBRE
¡Quién va a creer que tiene quince!... Una vez que lo suben al camión ya no se puede reclamar, se lo llevan…
MUJER
Tú quieres que se lo lleven ¿no?
HOMBRE
Más vale precaver…
MUJER
Bueno, no me mortifiques y ándalo a buscar tú mismo…
HOMBRE
¿Dónde está?
MUJER
Yo qué sé, anda por la plaza. Estará enamorado…
HOMBRE
¿Enamorado?
MUJER
Así dicen en la quinta: está enamorado.
HOMBRE
Enamorado de quién.
MUJER
Es lo que menos te imaginas.
HOMBRE
¿De quién?
MUJER
Adivina.
HOMBRE
Carajo, ¿me vas a decir o no?
MUJER
De la hija de don Julio.
HOMBRE
¿Qué?
MUJER
¿No te has dado cuenta que ha cambiado? Anda pensando en los huevos del gallo,  nunca está en la casa.
HOMBRE
¿No hay otras chicas en la quinta?
MUJER
¡Se afeita! ¿Sabías que te afeita? No, no sabías, el padre tampoco está nunca en casa.
HOMBRE
Carajo, qué viejo estoy, hasta el hijo se me ha enamorado.
MUJER
Ah, sí, viejo, pero no pierdes el tiempo.
HOMBRE
(DÁNDOLE CARA) ¿Qué pasa?
MUJER
¡Andas mirándole las piernas a la vecina cuando tiende ropa!
HOMBRE
¿Yo?
MUJER
No, mi abuelito.
HOMBRE
No jodas.
MUJER
Piernas gorditas ¿no?
HOMBRE
Estás hablando cojudeces…
MUJER
Se alimenta bien. Su marido le entrega toda la plata. No va a tirarla al hipódromo ni a la cantina…
HOMBRE
¡Yo sé lo que hago con mi plata!
MUJER
¿Y tus hijos?
HOMBRE
¿No comen?
MUJER
¡Parecen chanchos de tanto tragar!... No sé de dónde saca cara Perico para pararse delante de esa chica…
HOMBRE
Oye, mi hijo será pobre pero es muchacho decente…
MUJER
¿Decente? ¿A eso le llamas decente? Mírele los zapatos…
HOMBRE
No me alcanza…
MUJER
¿Y para los caballos?
HOMBRE
¡Los caballos, los caballos!... La plata no alcanza, con las justas hago una apuesta.
MUJER
¡Y nunca ganas! Tus hijos cada vez comen más, Perico ya es un joven, debería estudiar la media…
HOMBRE
¿La media? ¡Que trabaje!... No voy a quitarme el gusto de jugar unos soles o tomarme una cerveza para mandar al colegio a un muchacho que ya anda buscando mujeres. ¡Que trabaje!
MUJER
Que trabaje, que trabaje, que le muelan los lomos, como a su padre, como a su madre, como a todo el mundo. No se te ocurre otra cosa… ¡No he parido mis hijos para eso!
HOMBRE
Bah, la vida es la vida.
MUJER
Tu vida, desgraciado. Perico es inteligente, puede ser profesional…
HOMBRE
¿Sí? Como los ricos…
MUJER
La universidad es para los que quieren progresar.
HOMBRE
No seas idiota, María. Yo quiero progresar, tu quieres progresar, los vecinos quieren progresar, todos queremos progresar, pero allí están los que tienen plata, los que tienen “vara”.
MUJER
¿Y el hijo de la señora Llosa?
HOMBRE
Primero, trabajó. La plata manda.
MUJER
Entonces que trabaje.
HOMBRE
Que trabaje, él sabrá qué hacer con su plata…
MUJER
Con su plata que estudie.
HOMBRE
Yo no puedo darle más de la cuenta. ¿No lo mandé al colegio primario? Ahora quieres media, universidad. Que trabaje, que aprenda un oficio… Todo lo que gano es para ellos. La vida se me ha acabado, María, de vez en cuando resucito en la cantina, en el hipódromo… ¿Hasta cuándo voy a partirme el resto del alma en ese taller de mierda? ¿Sabe enamorarse? ¡Que trabaje!
AMBOS ACTORES AVANZAN.
AMBOS
(A CORO Y AL PÚBLICO) ¿Sabe enamorarse? ¡Que trabaje!
SALEN. NUEVAMENTE, LA MÚSICA DE HUMITEROS. BREVEMENTE, AUNQUE DESDE AQUÍ LA PERCUSIÓN, CUANDO SE CREA CONVENIENTE, SUBRAYARÁ CON SU SONIDO EL RITMO EN ALGÚN DIÁLOGO. ENTRA ACTOR III, PERICO, UN POCO MAREADO.
PERICO
… He conseguido “chamba” en una carpintería. En Breña queda, en Yapurá, “Chunga” le dicen al dueño, entro a las siete de la mañana… Me voy por la Av. Arica, para pasar por la plaza Bolognesi. Siempre me gusta pasar, aunque sepa que no está… Podría ir por Venezuela, pero prefiero ir por Bolognesi. Camino una, dos, tres cuadras… El pasaje Perú, el jirón Ancash, Huaraz. Allí volteo y me voy por la derecha, cruzo, cruzo Portugal, Bolivia… En Bolivia cruzo la pista y me voy por Varela, una callecita con paredes de colores… Después, me voy por Varela de frente hasta el óvalo, bajo dos cuadras, cruzo Carhuaz, Pariacoto, doblo a la izquierda y allí está Yapurá, una calle flaquita, pero llena de árboles grandes, muy grandes. En primavera les cae una semilla, Yapurá huele a semilla. La gente conversa en las puertas, los vendedores gritan, las mujeres se acercan a comprar, casi no hay carros, a veces un patrullero persiguiendo a los muchachos que juegan la pelota, los vecinos se quejan porque les rompen los vidrios pero a ellos no les importa: son hinchas de la “U”, del Alianza Lima, del “Sport Boys”, del “Defensor Lima” o del “Cristal”… En la primera cuadra de Yapurá queda el taller, después de Pomabamba. Yo lijo. Lijo los muebles. Me han salido callos en las manos, pero la mano de “Chunga” es suave, es limpia y tiene una sortija de oro con un brillante negro y en la otra su anillo de casado. Cuando sella los pagos, yo le miro las manos… Son manos blancas… La otra vez me preguntó si tenía perros o gatos en mi casa, yo le dije que en la quinta había un montón y todos los perros y todos los gatos son de todos, como las pulgas y las cucarachas. Quería regalarme el aserrín para la caca de los animales y de paso le limpiaba la carpintería. Yo quería decirle que no. ¡No! ¡No quiero aserrín!... Me regaló cuatro costalillos de aserrín, el taller quedó limpio… Me pagan en un sobre amarillo todos los viernes en la tarde, a veces no sé qué hacer con la plata, hoy día estuve en una cantina con unos amigos, había rokola. ¿Qué cantaba?... “Dónde estás, dónde estás Yolanda…” No tengo ganas de nada desde que se fue Virginia. A mi vieja le doy algo de plata, a mi viejo no le doy nada. Ese es un pendejo, todo se lo juega, todo se lo emborracha. (SE RESTRIEGA LA CABEZA) ¿Qué le ha pasado? Antes no era así, y yo tampoco… Yo siempre quería irme con él, agarrarme de su manasa dura y peluda, y salir a la calle para mirar todo. Ahora no hablamos, ni siquiera nos vemos, los dos andamos en la calle, él borracho gramputeando al gobierno y yo… (SE LEVANTA DE HOMBROS). ¿Por qué no me dice nada? Soy su hijo, carajo, vivimos en la misma casa: si no estuviera esa madera de mierda entre su cama y la mía, hablaríamos… Yo lo escucho cuando llega y grita y avienta los zapatos antes de tumbarse a la cama… Allí está…
SE ESCUCHAN PASOS TORPES, LUEGO UNA VOZ QUE EXCLAMA.
VOZ
¡Camarada! ¡Ya va a venir el día!... ¡Alista tus botas!
ENSEGUIDA, DOS ZAPATOS SE ESTRELLAN CONTRA UN PISO DE MADERA. PAUSA.
PERICO
… ¿Estoy contento? No, no estoy contento. No puedo olvidarme de Virginia. ¡Su papá es otro huevón! Tampoco contesta el saludo. “¡Buenos días, don Julio!”, tengo que gritar: no contesta… No es como antes, cuando entraba a su casa como si fuera uno de los primos de Virginia. Allí sí me contestaba… Carajo, todo ha cambiado: las casas se están derrumbando, ya tengo 18 años, Virginia tendrá 16… (RECORDANDO DESPUÉS DE UNA BREVE PAUSA) Me dio un besote, aquí en mi cara. Hicimos un deseo. Yo deseé que no se fuera, pero se fue y hasta ahora la espero… ¡Viejo de mierda! ¿Por qué tiene plata? ¿Por qué es el padre de Virginia? ¿Por qué don Agapito no es el padre? ¿O el señor José? ¿O el bodeguero o cualquier vecino muerto de hambre como nosotros? ¡Justo don Julio le toca ser el padre!... Y cuándo volverá, carajo.  A lo mejor ni se acuerda de mí. ¡Cómo no se va a acordar! (AL PÚBLICO) Ustedes qué dicen ¿se acuerda o no se acuerda?
CAMBIO. LOS OTROS ACTORES ENTRAN VOCIFERANDO. PERICO SE CONFUNDE CON ELLOS.
ACTORES
¡Ha vuelto! ¡Dicen que ha vuelto! ¡Ha vuelto! ¡Por avión, ha vuelto por avión! ¡Virginia ha vuelto! ¡Por vacaciones, ha vuelto! ¡Cuánto tiempo ha pasado!...
MÚSICA ALEGRE AL FONDO DE LA ALGARRABIA GENERAL. PAUSA. VIOLENTAMENTE, TODOS SE DETIENEN Y RODEAN A ACTOR I QUE VUELVE A SER PERICO MIENTRAS LOS DEMÁS SON AMIGOS DEL BARRIO.
AMIGO I
¿Y ahora, Perico?
AMIGO II
No te hagas ilusiones, compadre.
AMIGO III
Hasta del castellano se habrá olvidado, allá hablan ínglish. ¿LLuespiquinglish?... Yes, limalandia park jaguaryú…
PERICO SE RETIRA UN POCO.
AMIGO I
Búscala para que te desengañes, pata.
AMIGO II
Aunque sea para decirle hola.
AMIGO III
Se va a reír de ti, Perico. Búscate una hembra de verdad…
AMIGO I
Lo han embrujado, ni futbol juega.
AMIGO II
¿Cuántos partidos se ha perdido? ¿Dos? ¡Tres! Contra los Chacas, contra los Salecianos, ¡Contra los Apristas! ¡Qué tal goleada, compadre! Son puro uniforme…
AMIGO III
¿Y la procesión?
AMIGO I
Ah, también. ¡Qué paleteo, por mi madre, qué paleteo!
AMIGO II
¿Y la playa? Tampoco fuiste a la playa…
AMIGO III
¿Y al cine? ¿Viste “El agente 007 contra Goldfinger”?
AMIGO I
Qué tales hembras, ¿no?
AMIGO II
Y… ¿al Troca, tampoco?
TODOS RIEN A CARCAJADAS.
AMIGO I
¡Tampoco! ¡Tampoco!... ¿Cómo haces, Perico?
AMIGO II
Ah, ¿saben cómo se llama su almohada? ¡Virginia!... qué pendejo.
AMIGO III
Bah, un pajero.
TODOS
(A CORO, AL PÚBLICO) ¿Saben cómo se llama su almohada?... ¡Virginia!
AMIGO I
(AL PÚBLICO) Un día lo animamos, casi a la fuerza pero lo animamos a ir con nosotros.
AMIGO II
(BURLÓN A PERICO, ZARANDEÁNDOLO) No te pongas nervioso, hermano, no te desesperes, ya vas a llegar…
SUBEN A LO QUE SE SUPONE ES UN ÓMNIBUS DONDE VIAJAN A PIE.
AMIGO I
(ZARANDEA A PERICO) Oye, oye, ¿qué le haces a la señora? Compórtate, Perico, por favor, nos haces quedar mal…
TODOS RÍEN, EXCEPTO PERICO.
PERICO
Cállense, carajo, la gente está escuchando…
AMIGO I
(INOCENTE) ¿No era mudo?
AMIGO II
¿A ti también te dijeron que era mudo?
AMIGO III
Mudo de nacimiento.
AMIGO I
(AL PÚBLICO) Bajamos en el Óvalo del Callao.
AMIGO II
(AL PÚBLICO) Entramos, las luces estaban a medias, rojas, verdes, azules…
AMIGO III
¡Y la música, compadre!
SE ESCUCHA LEJANAMENTE UNA BALADA INSTRUMENTAL. LOS ACTORES, MUY SENSUALES.
AMIGO I
Los tambores, el aire caliente. (A OTRO) Mira esa putita, qué rica, compadre…
AMIGO II
Es una mujer de mentiras, hermano, no lo puedo creer…
AMIGO III
Mira cómo te enseña la pierna, ¡se agarra las tetas!
AMIGO I
¡Nos está llamando!
AMIGOII
¿Voy?... Mira ese potito, con tanto frío está calatita…
AMIGO II
¡Voy yo!...
PERICO SE ADELANTA, SE NIEGA EN UN EXTREMO DE LA ESCENA.
AMIGO I
¡Te ganó! ¿Vieron? ¡Está aguantado!
AMIGO II
Sí, mira, ya entró al cuarto…
AMIGO III
(AL PÚBLICO) Y después…
PERICO REGRESA JUNTO A ELLOS.
AMIGO I
Cuenta, Perico, cuenta…
AMIGO II
¿Qué tal? ¿Qué tal?
AMIGO III
¿Buena? ¿Está buena?
SILENCIO DE PERICO.
AMIGO I
¡Cuenta pues!
PERICO
No tengo ganas…
AMIGO II
¿Qué pasó?
PERICO
Nada, no tenía ganas y…
AMIGO III
¡No pudiste, Perico!
AMIGO I
¡No pudiste!
PERICO
(MUY SERIO) No, no, no pude ¡y qué!  (SALE RÁPIDAMENTE).
AMIGO II
Puta, no pudo, compadre.
AMIGO III
Y está buena la hembra…
AMIGO I
¿Será maricón?
AMIGO II
Templado
AMIGO III
¿De quién?
AMIGO I
¿De Virginia?
AMIGO II
Hace años que no la ve.
AMIGO III
Qué le va a dar bola. Está caro ese plan…
AMIGO I
Tú qué sabes, a lo mejor…
AMIGO II
¿Y el suegro?
AMIGO III
Pero, ¿cuándo va a hablarle?
AMIGO I
No sé. Tiene miedo que le diga que no.
AMIGO II
¿Y qué le va a decir? ¡Hasta se habrá olvidado de él!
AMIGO III
Seguro.
AMIGO I
¿Qué le va a decir?
AMIGO II
¡Te quiero!
AMIGO III
¡Te adoro!
TODOS A CORO.
TODOS
(ADELANTE, AL PÚBLICO) ¡Virginia! ¡Te quiero! ¡Te adoro! ¡Tú eres la vaca, yo soy el toro!
MÚSICA DE HUMITEROS IRRUMPE CON EL MÁS FRENÉTICO DE SUS RITMOS. PAUSA.

ESCENA IV

LA MÚSICA, QUE NO SE HA DETENIDO EN EL ENTREACTO, BAJA BRUSCAMENTE. BUSCA UN RITMO DISTINTO, MÁS LENTO. ACTOR I Y ACTRIZ II, AL FONDO COMPONIENDO CORPORALMENTE EL RITMO. ADELANTE, ACTOR III Y ACTRIZ IV QUE SON AHORA PERICO Y VIRGINIA.
VIRGINIA
No sé qué decirte, Perico… Estoy un poco sorprendida. Es cierto que somos amigos hace tiempo. Pero… No sé qué decirte, Perico, de verdad…
PERICO
No me digas nada, Virginia… ¿Puedo llamarte Virginia, no?
VIRGINIA
Claro, claro…
PERICO
Me gustaría que me prometas…
VIRGINIA
No puedo prometerte nada, Perico.
PERICO
Que lo pienses.
VIRGINIA
Me desconciertas, Perico. Hace tanto tiempo que no nos vemos y tú ahora…
PERICO
¿Te acuerdas del deseo?
VIRGINIA
¿Qué deseo?
UNA VOZ LLAMA DESDE ATRÁS.
VOZ
¡Virginia!
VIRGINIA
Me llaman. Nos vemos, Perico.
PERICO
¿Cuándo?
VIRGINIA
No sé, cualquier día.
PERICO
No me digas cualquier día, dime cuándo…
VOZ
¡Virginia!
VIRGINIA
Es mi papá. ¡Ya voy! (A PERICO) Es que no sé cuándo, Perico. Ven cuando quieras…
PERICO
Esta noche.
VIRGINIA
¿Esta noche?
PERICO
Por la respuesta…
VIRGINIA
¡Ah, la respuesta! Bueno, sí, esta noche…
ENTRA EL SEÑOR JULIO, UNO DE LOS DE ATRÁS.
SEÑOR JULIO
¿Virginia?
VIRGINIA
Sí, papi, ya iba…
SEÑOR JULIO
Te llama Alfredo por teléfono… ¿Con quién estás?
VIRGINIA
Con Perico, ¿te acuerdas? (MIENTRAS SE RETIRA, BURLONA) Quiere pedirte mi mano. (SALE).
SEÑOR JULIO
¿Ah, sí? (A PERICO) Hola…
PERICO
(LE DA LA MANO PERO EL SEÑOR JULIO CASI NO LE RESPONDE EL SALUDO) Buenos días, don Julio… Hace tiempo que no veía a Virginia y…
SEÑOR JULIO
Qué la vas a ver si estaba de viaje…
PERICO
Sí, sí, ya sé. Como volvió, vine a visitarla, éramos bien amigos…
SEÑOR JULIO
Ah, sí, bueno, sí… ¿Tú todavía vives por aquí? ¿Cómo ha cambiado todo, no? Mira la plaza, ya no es la de antes, cuántos ambulantes, cuánta basura… Virginia se ha quedado sorprendida, ha traído otra manera de entender las cosas… Tenemos que mudarnos de aquí.
PERICO
¿Dónde se van?
SEÑOR JULIO
Habrá que irse a Las Casuarinas, aunque quede lejos. Porque San Isidro, Miraflores, Barranco, están iguales que esta plaza, llena de vendedores y vagos…
PERICO
Pero… ¿puedo visitar a Virginia?
SEÑOR JULIO
¿Visitarla?
PERICO
Es que… estoy enamorado de su hija y…
TODOS LOS ACTORES RIEN ESCANDALOSAMENTE DE PERICO. PUEDEN USARSE INSTRUMENTOS DE PERCUSIÓN, LATAS, PALOS, BOTELLAS, CUALQUIER COSA: LA IDEA DE LA BURLA MULTIPLICADA POR UN MILLÓN. ES UN APARATO DE BURLA FRENTE A PERICO. ENSEGUIDA, ACTRIZ II Y IV AVANZAN MÁS CERCA DE PERICO.
ACTRIZ II
(CONTÁNDOLE A PERICO, AGILMENTE, MIENTRAS ÉL PERMANECE PENSATIVO, MUY TRISTE) Me dijo que me quería, que había pensado mucho en mí…
ACTOR I
(DESDE ATRÁS) ¡Un pobre diablo!
ACTRIZ IV
(IDEM, A PERICO) Me dijo que escribía poesías, que me quería, que me quería, ¡imagínate!...
ACTOR I
(DESDE ATRÁS) Un pobre diablo…
ACTRIZ II
(A PERICO) Que lo pensara. ¡Qué idiota!
ACTOR I
(DESDE ATRÁS) ¿Un pobre idiota?
ACTRIZ IV
(A PERICO) Le prometí darle una respuesta en la noche.
ACTRIZ II
(A ACTRIZ IV) ¿Y qué vas a decirle?
ACTRIZ IV
(A ACTRIZ II) ¿Y qué vas a decirle?
ACTRIZ II
No, naturalmente, hija.
ACTRIZIV
Por supuesto que no.
ACTRIZ II
De ninguna manera, hija.
ACTRIZ IV
No con mayúsculas.

ACTRIZ II
No, Perico, no.
ACTRIZ IV
No, gracias, que te quiera otra.
ACTRIZ II
No, gracias, que te quiera alguna de tu quinta.
ACTRIZ IV
No, gracias, que te quiera cualquiera.
ACTRIZ II
No, qué ocurrencia, búscate una como tú.
ACTRIZ IV
No, Perico, conmigo no combinas.
ACTRIZ II
Conmigo no.
AMBAS
(A CORO) ¡Conmigo no, Perico!
LOS SONIDOS SE AGITAN SUAVEMENTE, INICIANDO UN RITMO ENSEGUIDA VERTIGINOSO. PERICO QUEDA SOLO ADELANTE, MIENTRAS LOS DEMÁS, ATRÁS, SE AGITAN EN MEDIO DE LA PENUMBRA. TRES SOMBRAS PROVEIDAS DE MICRÓFONOS. SON TRES LOCUTORES HÍPICOS QUE NARRAN LA CARRERA DE PERICO, A TODA VELOCIDAD, EN EL MISMO LUGAR.
LOCUTOR I
¡Se destaparon las calles, Perico, ¡Lima! ¡Adelante! ¡En sus marcas, listos! ¡Ya!
LOCUTOR II
Este es el aire, Perico, muérdelo, ésta es la pista…
LOCUTOR III
Muerde el estribo, muerde la historia…
LOCUTOR I
¡La pista se ilumina de espera, el óvalo de Bolognesi saluda a la bandera!...
LOCUTOR II
Bolognesi cae, vamos Perico, Bolognesi cae…
LOCUTOR III
¡Limalandia está de fiesta! Los huanuqueños, los iqueños, los arequipeños, los huancaínos, los cajamarquinos, los trujillanos, los ayacuchanos…
LOCUTOR I
Los cusqueños, los piuranos, los tarmeños, los puneños, los chimbotanos…
LOCUTOR II
Los norteños, los serranos, los sureños, los chalacos…
LOCUTOR III
Los chinos, los negros, los cholos, los blancos, las mujeres, los niños, los ricos y los pobres…
LOCUTOR I
Vamos, Perico, toma la Alfonso Ugarte, faltan unas veinte cuadras…
PERICO SIGUE CORRIENDO SOBRE EL MISMO CÍRCULO. LA MÚSICA SIGUE EN AUMENTO. LA ESCENA SE VA HACIENDO DESAGRADABLE, DESCOMPUESTA, ES UN VÉRTIGO INTERMINABLE.
VOCES
(SIMULTANEAS A LAS DE LOS LOCUTORES) ¡Sale al Rimac! ¡Sale al Rimac!... Dos por cien, dos por cien… ¡Buenas paltas de Chaclacayo!... Rojo, ambar, verde, rojo, ambar, verde, rojo, ambar… Verde, verde… Cincuenta soles, docientos, treinta y cinco ¿y mi vuelto?... ¡Manzanas! ¡Manzanas!... ¡Compro catre viejo botellas!... ¡Botellas!... ¡El gas, el gas, el gas!... Pasa al fondo, compadre, avancen al fondo, al fondo hay sitio, avancen, avancen, avancen, hermanos… ¡Tamales! ¡Tamales!... ¡Señoras y señores, éste es el teatro de la calle!... ¡Por allá, por allá se fue…! No corra, es peor, lo pueden cortar… ¡Cuidado! ¡Cuidado!... ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! (MUCHAS VOCES Y SONIDOS COTIDIANOS DE LIMA QUE DEBEN AGREGARSE).
LOCUTOR I
Vamos, Perico, vamos. ¡No recojas esa medallita con la imagen de la Virgen Virginia de la plaza Bolognesi, sigue, ¡sigue!
LOCUTOR II
¡Buen paso! ¡Buen paso! ¡Fuerte! ¡Fuerte! Vamos, no te detengas en la curva mirando las vitrinas. No mires, ¡no es para ti! ¡Corre!
LOCUTOR III
Dobla en Quilca, cruza Tacna y Avenida Wilson, no le mires el culo a las mujeres, no te detengas, sigue, sigue…
LOCUTOR I
Que nada te distraiga, que no te distraigan los rostros ceñudos, el mal aliento y el sudor regado en las calles…
LOCUTOR II
No mires al niño llorando, por hambre, vendiendo caramelos, no mires su tonta canción, no mires…
LOCUTOR III
Sigue, ¡sigue! ¡Cuidado con la 20! ¡Cuidado con la 54! ¡Cuidado con la Santa cruz! La muerte en la pista es muerte de estúpidos. Los pitos de los guardia dan la señal. ¡Ya! ¡Pasa!
LOCUTOR I
Pisa fuerte, el camino es duro, es puro cemento o brea, no sé…
LOCUTOR II
¡Allá está la plaza San Martín! ¡Entra! Es la puerta del centro. ¡Dale! Entra con cuidado por el jirón de la Unión, te llaman sus maniquíes…
LOCUTOR III
¡Cuidado!
LOCUTOR I
¡Cuidado con sus ojos!
LOCUTOR II
¡Te pueden arrancar de la pista! ¡No mires las vitrinas! ¡No mires!
PERICO HACE UNA PAUSA. SE DETIENE. SALE DEL CÍRCULO.
LOCUTOR III
Muy tarde, Perico. Los maniquíes del jirón de la Unión son una terrible ilusión…
LOCUTOR I
Lo han arrastrado.
LOCUTOR II
¡No! ¡Miren! ¡Sale otra vez!
EFECTIVAMENTE, PERICO VUELVE CON UNOS ANTEOJOS AHUMADOS EN LOS OJOS.  
LOCUTOR III
No vas a ver mejor con esos lentes… ¡no!
LOCUTOR I
¡Cuidado con los ambulantes! ¡No pises sus chompas! ¡No pises sus cosméticos! ¡No pises sus joyas!... ¡Aléjate de los maniquíes! ¡Empuja a la gente! ¡Corre!
PERICO SIGUE CORRIENDO.
LOCUTOR I
No recibas ese volante: un televisor, una licuadora, un refrigerador… si te dejas engañar. ¡Endeudado para siempre, Perico!
LOCUTOR III
¡Falta poco! ¡Falta poco! Solamente una cuadra, solamente unos pasos, solamente un silencio, solamente un grito…
LOCUTOR I
Un hombre disfrazado de Papá Noel te sale al paso: quiere tomarse una foto contigo. ¡No! ¡Sigue! ¡Sigue! Un poco más, ya llegas…
LOCUTOR II
Los locos se cruzan en tu camino, los mendigos, ¡no te detengas!
LOCUTOR III
Los vendedores de loterías, los vendedores de periódicos, los vendedores de bolsas, los vendedores de perros, los hipies con sus joyitas revolucionarias
LOCUTOR I
¡Plaza de Armas!
LOCUTOR II
¡Centro!
LOCUTOR III
Lima. Palacio de gobierno.
MÁS LENTAMENTE.
LOCUTOR I
En esa iglesia de portones apolillados duerme para siempre un cadáver: Pizarro, conquistador del Perú.
LOCUTOR II
Los ojos de los conquistados te miran.
TODOS A CORO.
TODOS
¿Qué pasa en tus ojos, Perico?... Se acabaron las ilusiones, se acabaron los sueños. No quieres verlos. Esta historia ha terminado…
DESPUÉS DE CONTENERSE DIFÍCILMENTE, PERICO ARROJA LOS LENTES, GRITA Y DA UN PASO CON EL PUÑO EN ALTO…
TODOS
¡Otra historia comienza!
TODOS SALEN A EXCEPCIÓN DE ACTRIZ II. ADELANTE, AL PÚBLICO, CUANDO TAMBIÉN LA MÚSICA HA TERMINADO.
ACTRIZ II
Todos eran peruanos y había un odio creciendo entre sus dientes: el extraño vértigo que precede el fin estaba empezando… Pero también el amor, el hermoso amor que necesita la transformación de este mundo.

Lima, 1983.