PROYECTO DE TALLER DE TEATRO “PALAIS CONCERT”

en el viejo edificio del "palais concert"
 donde valdelomar, mariátegui, vallejo y tantos otros intelectuales 
convergieron y le dieron brillo a la generación del 20, 
desarrollamos una propuesta cultural para los tiempos actuales (2002), y logramos no solamente en el teatro sino en la cultura en general 
ocupar un momento de la atención y la creatividad popular, 
efímero y eficaz 
(a pesar de las dificultades, fue un momento sumamente fructífero)

PROYECTO DE TALLER DE TEATRO “PALAIS CONCERT”
                                         
ALGUNOS CONCEPTOS PREVIOS
     En los días actuales, el imperio de la tecnología, como expresión de una ponderada “modernidad”, ha traído consigo el agotamiento o saturación de los formatos culturales. De manera especial, el Arte, como canal constante de comunicación humana, se ve en estos momentos invadido de trivialidad, cuando no saturado de recursos técnicos que bloquean la capacidad natural de los artistas para contar con la realidad como eje de sus obras. Esta realidad discurre fluidamente en las narices de todo aquel que la mire sin prejuicios ni anteojeras. Sin embargo, los creadores, atrapados por el lenguaje que resultó del uso y abuso de sus técnicas y recursos, se han apartado del mínimo sentido común necesario para que sus producciones comuniquen algo a sus públicos. Es más, por efecto de una deliberada política cultural, perdieron interés en comunicar algo. Y la producción artística marcha paralela, independiente, aislada de la realidad, a la que -a nuestra manera de ver- debe servir. De modo que, la técnica derivada de nuevos recursos, han convertido al artista en un ser “legítimamente” apartado del desarrollo social, posesionado de un lenguaje autónomo y peculiar, que lo convierte en un autista, innecesario e inútil.

     Consideramos que debemos replantear los materiales del trabajo cultural, y especialmente el papel que cumplen en el seno del desarrollo humano. Consideramos que nuestro arte debe recuperar la noción de “contenido”, apartarse decididamente de lo accesorio, de todo aquello que las modas, los exhibicionismos, avalados por las tecnologías, le dieron cuerpo -y acaso una falsa integridad- para encontrarnos con una armónica relación con la realidad. Esto significa que los pintores vuelvan a “leer” la realidad. Que los músicos ”miren” los compases de la vida cotidiana. Que los escritores y poetas “escuchen” las voces optimistas del clamor popular. Que los actores vuelvan a los ritmos primeros para comprender y reflejar mejor los impulsos más importantes de los hombres y mujeres: el amor, el trabajo, el sentido común de la solidaridad y la convivencia social.
    
    
TALLER DE TEATRO
     De acuerdo a estas ideas generales, un taller de teatro en estos momentos requiere desarrollarse en el marco de un conjunto de actividades culturales que lo justifiquen. Es decir, debe marchar en compañía de nuevas imágenes plásticas, de una nueva música, e interpretado por elementos audaces, decididos a asumir las rupturas formales que, desde hace algún tiempo un nuevo público reclama. Asumir la realidad como contenido, punto de partida -y acaso final- de la labor escénica, significa renunciar a las “candilejas”, al entramado escenográfico, a las luces artificiales, para recuperar espacios abiertos y el dominio de una expresión gestual y corporal suficiente a una expresividad necesaria o elemental, para reencontrarse con el gran público, ávido de un nuevo planteamiento cultural, que puede no haber imaginado nunca que esa mañana, esa tarde, esa noche, se encontraría con el Teatro, acto fundamental que debe conmocionar sus vidas.

     En la medida que se trata de convertir cualquier espacio en un espacio teatral, se requiere del entrenamiento de la voz, pues la única acústica que nos asistirá es la de nuestros propios resonadores. Pero es especialmente la capacidad de representación, de “imaginar”, es decir, de producir imágenes, la que nos es requerida para escenificar la realidad. En este aspecto, el mimo es el verdadero punto de partida del teatro, y a él debemos acudir, no de la manera convencional, sino de la que resulte del estudio y práctica de las posibilidades reales y de la creatividad del conjunto.

     Esa misma creatividad nos debe permitir componer pequeñas escenas, a exponer prontamente al público, para combinar nuestra propuesta escénica con las respuestas y propuestas del público. No es de otra manera que se puede fortalecer nuestro trabajo. Sin una exposición constante,  sin el “factor público” -que corrija, que critique, que proponga- careceremos de perspectiva.  

     La música debe tener un papel sencillo, pero básico, en una realización teatral entendida de este modo. Percusión, algo de vientos, algo de cuerdas. Especialmente, para acompañar y, sobretodo, subrayar, el movimiento.
   
    
PRÁCTICA ESCÉNICA

     Proponemos un taller dirigido a todos aquellos interesados en expresarse a través del teatro, con o sin experiencia. Sin embargo, se evaluará -durante un mes- las posibilidades expresivas de los integrantes. Desde el mes siguiente, se iniciará la creación y ensayos de una obra corta que debe presentarse al público a la brevedad.

     Las reuniones pueden ser dos veces por semana, en reuniones de dos horas, en horarios por establecer. Durante esas reuniones se realizarán determinadas prácticas escénicas en torno a los siguientes temas:

a) Nociones preliminares de Arte Dramático: composición plástica de elementos teatrales. El rostro, el cuerpo, la voz.

b) Sentido del ritmo, del tiempo, del silencio, de la acción dramática. Sentido colectivo del trabajo teatral.

c) Creación y representación de historias sencillas, a través de improvisaciones individuales y de grupo.

d) Conocimiento de un texto teatral.

e) Las contradicciones en el desarrollo de los personajes. La puesta en escena. Elementos de psicología. El movimiento en escena. Caracterización de personajes.

f) Conocimiento de elementos complementarios de la actuación. La música. Vestuarios, utilería y maquillaje.

g) Ensayos y representación teatral.


NECESIDADES
1.- Espacio de clases.
2.- Amplia convocatoria y promoción del taller.
3.- Pagó simbólico por acceso al taller.
4.- Apoyo en las representaciones.

                                   Alberto Mego


agosto/2002 

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